Dirección: Francis Lawrence
Intérpretes: Will Smith, Salli Richardson, Paradox Pollack, Alice Braga, Charlie Tahan, Willow Smith
Guión: Mark Protosevich, Akiva Goldsman
Música: James Newton Howard
Fotografía: Andrew Lesnie
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La humanidad está de enhorabuena. Parece. Porque los científicos liderados por el doctor y coronel Robert Neville han desarrollado un retrovirus que parece ser el remedio definitivo contra el cáncer. Pero tres años después, en 2010, el panorama es muy diferente. La mayor parte de los hombres ha muerto a causa del virus de marras, y los infectados que viven son una especie de zombies rabiosos, que no deben exponerse a la luz, y que atacan a los pocos supervivientes sanos. En tal tesitura, Neville es el único hombre sano que queda en la zona cero de la infección, un Nueva York desolado. Sólo tiene como compañía a un perro pastor alemán, Sam, y cada día radia un mensaje dirigido a posibles supervivientes, para que se reúnan con él en cierto muelle de la ciudad; pero nunca nadie acude a la cita.
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En esos tres años de soledad, Neville ha continuado investigando para hallar una posible solución a la enfermedad que ha desatado; y de un modo muy disciplinado, ha ideado medios para combatir la forzada soledad y la tentación de la desesperanza.
Notable adaptación de la clásica obra de ciencia ficción de Richard Matheson, que en sendas versiones cinematográficas anteriores tuvieron el protagonismo de Vincent Price y Charlton Heston, dos actores que han frecuentado el género fantástico. Ahora es otro amante del género, Will Smith (Men in Black, Yo, robot), quien acepta el reto de permanecer solo en pantalla gran parte del metraje. Y sale airoso.
Además de la cuestión de la soledad, también se apuntan los límites de la ciencia, su pretensión de ser causa de esperanza para el hombre; y la ayuda y la necesidad de la fe, para sobrellevar situaciones que, simplemente, nos superan. La estructura narrativa del film lleva a intercalar la soledad neoyorquina del protagonista, y sus enfrentamientos con los terroríficos zombies, con flash-backs que reconstruyen cómo se ha llegado a la situación actual, y que subrayan la terrible pérdida de Neville, la ausencia de su querida familia. Hay un gran acierto en introducir enseguida las escenas de la desolación de Nueva York, su sobrecogedor estado de abandono.
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Compré el libro de Richard Matheson porque lo vi recomendado en uno de los blogs que ojeo, y como me encantó he querido ver qué atrocidad perpetraba Will Smith con él.
Y no, ninguna barrabasada.
Introduce cambios respecto a la novela como la aparición del perro y el final, pero si lo primero es aceptable desde el punto de vista narativo para que pueda haber diálogo, aunque sólo habla uno, lo del cambio del final es más discutible, pero bueno, lo aceptamos.
Se me olvidaba, las imágenes de Nueva York desolada son impresionantes. Y la fotografía es de Alice Braga.
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Ahora a ver si consigo las versiones de Vincent Price, imposible diría yo, y la de Charlton Heston, más difícil todavía que imposible -está descatalogada- aunque ya existe en Blue Ray.
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