Tres semanas antes de ir a Venecia se inauguró en la ciudad la 66ª edición de la Mostra de cine de Venecia.
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Estos grandes festivales cinematográficos no especializados se han ido quedando, muchas veces en un simple desfile por la alfombra roja de un ramillete de actores y actrices que van a lucir el palmito.
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Por supuesto que se busca, por parte de la organización, la máxima presencia de artistas norteamericanos para que el evento tenga repercusión al otro lado del charco.
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Pero en esta primera anotación sobre Venecia, como no podía ser de otra manera, no va a salir ninguna celebridad americana, sino una de la tierra, una italiana que acudió al festival a presentar su último trabajo y a lucir el palmito como es obligado.
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Está claro que no es flor de un día como sus compatriotas Maria Grazia Cucinotta, Valeria Marini o Francesca Neri, sino que ya se la compara con las divas y "maggioratas", léase Sofia Loren, Alida Valli, Anna Magnani o Claudia Cardinale, lo cual todavía es una exageración.
Sólo la he visto en una película "Malena" (2000) en el que era la protagonista y me pareció que hizo una muy buena interpretación.
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De Venecia ya hablaremos otro día, ahora, a disfrutar de la belleza italiana, muy distinta de la de la ciudad de los canales.
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Pero es un magnífico prólogo para lo que nos espera en Venecia.
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