Libros sobre Venecia

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La Venecia secreta de Corto Maltés
Corto Sconto. Itinerari fantastici e nascosi di Corto Maltese a Venezia
Guido Fuga y Lele Vianello.
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Traducción de Manel Domínguez
Edita NORMA Editorial
219 páginas con ilutraciones en blanco y negro
2ª edición, de julio de 2007
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Leyendas venecianas e historias de fantasmas
Guía de los lugares misteriosos de Venecia
Alberto Toso Fei
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Traducción de Thomas Gumprecht
Fotografías de Vito Vecellio
Edita Editrice Elzeviro
214 páginas con fotografías y gráficos
1ª edición en español, de 2006

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Estos dos libros, comprados en la tienda del Palacio Ducal, son dos guías que se salen de lo común. Tienen una serie de itinerarios donde no prima lo turístico, en alguno de ellos, por experiencia paralela, es difícil encontrar turistas, sino lo curioso para Corto Maltés o lo fantástico en el caso del segundo libro.

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Siempre que leo estos libros al tiempo de haber hecho el viaje surge la pregunta ¿Hubiese sido distinto el viaje si los hubiese leído antes?, y siempre me contesto lo mismo. No los tenía antes del viaje y si los hubiese tenido no hubiese reconocido ciertos lugares que al leer el libro después le extraigo más jugo.

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Del segundo traigo una leyenda con mosntruo incluido.

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El monstruo de las aguas negras.

Los viejos relatos populares hablan de una gran cavidad que existe debajo de Punta de la Dogana, y que sería la morada de una espantosa criatura que pareciera ser producto de un cruce entre el Krahen nórdico y el Nessie escocés. El monstruo se dejaría ver muy rara vez, y solo en las noches sin luna cuando el viento encrespa las aguas y vuelve indistintas las formas que se mueven sobre ellas.

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El monstruo fue visto por última vez en el lejano 1933. lo vieron, una noche oscura de luna nueva, dos pescadores que capturaban sepias en una embarcación con lámpara. Contaron que emergió de las profundidades a pocos metros de la embarcación; que abrió una boca desmesuradamente grande, engulló una gaviota e intentó adentellar otras gaviotas más antes de desaparecer en las aguas negras cerca de la Punta. Según la pavorosa descripción que proporcionaron, la bestia tenía un cuerpo oscuro, liso y espiraliforme; debía medir unos ocho metros de largo y su diámetro debía ser al menos un metro en la parte más gruesa. Cuando se movía, su cuerpo ondulaba rítmicamente, y la cabeza de forma caballuna con fauces enormes y dientes blancos dispuestos como sierras parecía rozar apenas el agua.

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Las fotos, tomadas en la Punta de la Dogana, muestran ¿un monstruo?, muy pequeño parece comparándolo con el del relato, pero era lo único que había allí que mereciera tal nombre.

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