Vamos de tapas

Hace unos días estuve con unos sobrinos comiendo en Los Toneles. Tenía pensado llevarlos a La Pérgola, en la Alameda, a que probaran el bombón, bocadillo especial de la casa, pero como no nos daba tiempo nos quedamos en el centro, enfrente de lo que en su día fue el cine Capitol.

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Pedimos varias tapas, mejor sicho raciones para compartir, la mejor con diferencia resultó ser la sepia, que como se ve en la fotografía, la sirven sin cortar.

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La tapa es un invento gastronómico español, que en su origen, era un pequeño bocado que se servía para acompañar la bebida pedida, costumbre de finales del siglo XIX.

La tapa era una deferencia de la casa y no se cobraba.

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Pero realmente yo quería hablar, no, traer unos ejemplos de tapas, de tapas de los registros de los innumerables servicios que transitan subterráneamente por nuestras calles, tapas que pisamos todos los días en la calle.

Aunque como veremos, no siempre es fácil pisarlas, a veces es bastante complicado.

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La primera fotografía que recuerdo haber hecho conscientemente a una tapa fue en Toledo hace ya 6 años y pico.

La fotografié por el diseño tan bonito, con el águila imperial, símbolo de la historia de la ciudad.

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Hay que decir, antes de proseguir, que las tapas que tienen un diseño más personalizado en nuestros pueblos y ciudades son las de los servicios de agua potable y saneamiento.

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Sigamos.

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Las siguientes fotografías son de un viaje a Badajoz y Trujillo.

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¡Qué frío pasé la mañana que salí a hacer turismo! Me pilló el amanecer por la calle y se nota, se nota el cambio de temperatura al romper el día.

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Según parece he tenido la suerte de ver Badajoz antes que Cáceres pues dicen que son incomparables, en beneficio de la última.

Badajoz, lo poco que ví, me pareció un pueblo grande, muy coqueto pero un pueblo.

En Trujillo no pasé frío, allí era hora de comer y teníamos un sol resplandeciente.

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Además de poner los conductos, las arquetas y las tapas cuando se hace la urbanización de una calle es fundamental el replanteo previo de todo lo que se va a colocar.

Un ejemplo de lo que no hay que hacer es lo que vemos en las fotografías de arriba.

Comerse un alcorque o poner la arqueta en el bordillo no es muy ortodoxo que digamos.
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Más tapas.

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Ahora vemos dos tapas de la ciudad de Pamplona.

Pamplona, una ciudad que transmite calidad de vida al verla, con un casco antiguo muy cuidado, un conjunto catedralicio muy grande y un ayuntamiento muy pequeño. Y unos parques muy cuidados.

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La visita duró poco, muy poco.

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Otra ciudad visitada muy rápidamente fue Albacete. Aquí el ayuntamiento y la catedral comparten la misma característica, la extrema fealdad de los dos edificios.

Asustados nos fuimos de allí.

La tapa de saneamiento, muy gastada, se encuentra en la calle que separa los dos edificios.

Después de esto, y para quitarnos el susto, nos tuvimos que ir a tomarnos unos caracoles, otra tapa.

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Y para finalizar vamos a ver un ejemplo de lo que he dicho al principio de que no siempre es fácil pisar las tapas. Por ejemplo ésta. En vez de estar en la posición para la que fue diseñada nos la encontramos en posición vertical, empotrada en una pared. la podemos ver frente al Ayuntamiento de la Avenida de Aragón. Que también es feo hasta decir basta.

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Y como de tanto hablar de tapas me ha entrado hambre pongo las fotografías que se comieron mis sobrinos, una brascada y una tortilla de jamón. Los puntuaron, por si os interesa, con un 9 y un 10 respectivamente.

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