domingo, 4 de julio de 2010

Luis María Anson y Turner

Luis María Anson, si hoy es domingo Anson lleva el acento en la S, digo, publicó el viernes en EL CULTURAL un artículo titulado "Turner en la cima" con ocasión de la exposición de Turner en El Prado.
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Es un artículo estupendo, es imprescindible haberlo leído antes de ver la exposición del genial pintor inglés.
De hecho voy a proponer en el "feisbuk" que en las puertas del Museo pregunten a los visitantes potenciales si lo han leído y si la respuesta es negativa, como decía aquel: "A la puta calle".
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Coincido con Anson en su pasión por la lectura, el arte, la cultura en general y por las mujeres bellas, él ha sido jurado en innumerables concursos de belleza, yo no, y diferimos en su pasión por la monarquía borbónica y especialmente por Don Juan a quien él llama Juan III.
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Pero sus artículos de EL CULTURAL hay que lerlos, sí o sí. Los dominicales de EL MUNDO... a veces.
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"... La exposición del Prado ha confirmado para mí la dimensión estelar de un pintor que sobrecoge. Es curioso. Inglaterra ha dado al mundo el mejor escritor, tal vez, de la historia de la Literatura universal: Shakespeare. Quizá también el mejor pintor.
Joseph Mallord William Turner se adelantó cien años a la abstracción. Muchos de sus cuadros, sobre todo los que representan el mar o la tormenta, salvo pequeñas anécdotas figurativas, son pinturas abstractas en las que se subraya la descarga emocional del color y de la luz
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"... Turner es a veces la oquedad crepuscular de la nada, la cifra terminal de lo perpetuo, el pincel que se oxida en los recuerdos devastados. Es la cicatriz inmensa del mar, el declive cereal del frío y la tormenta, las cenizas de la noche, el color brumoso y genital, el atardecer de la desmemoria y el olvido, el sentimiento oscuro de la vida y de la muerte. De la muerte, sobre todo la de su madre, loca de atar, que falleció en un manicomio y eso marcó agriamente la vida del artista."
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"... El pintor británico se enfrenta a las geografías devastadas, a las batallas navales destruidas por la abstracción del agua y el color, a los péndulos furtivos del cosmos engendrador. Su pintura anticipa el siglo XX y sobrecoge al espectador, atónito ante tanta calidad, ante tan rotunda explosión de la belleza y el pensamiento.
En mi opinión, Turner no fue precursor del impresionismo. Goya, sí; Turner, no. El pintor británico se adelantó cien años al arte abstracto, aunque no sé muy bien por qué tal afirmación inquieta a sus exegetas. Tormenta de nieve o Sepelio en el mar, así como varias docenas de óleos y acuarelas no expuestos en el Prado, son de hecho cuadros abstractos. Turner envuelve sus colores “en las cóncavas comarcas de la niebla” y se sitúa, sin altiveces pero sin ceder ante nadie, en la cumbre de la pintura universal."
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