Además de las casetas del mercado navideño, estos días en la plaza Mayor de Madrid hay un personaje distinto, un tiovivo.
Podría evocar recuerdos de mi niñez, pero ni soy arqueólogo ni diría la verdad, nunca me ha gustado el tiovivo, ni siquiera la feria, pero reconozco que es una imagen clásica, simpática, infantil y que por tanto viene bien en estas fechas.
La otra imagen de la feria sería la noria (no confundir con el programa-bazofia de TeleBasura) aunque es un poco menos infantil.
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La cuestión es dar vueltas.
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