Exposición de Pablo Palazuelo

El Almudín de Valencia acoge hasta el próximo 27 de febrero una exposición que desvela el proceso por el cual el pintor madrileño Pablo Palazuelo llegó a convertirse en escultor al final de su trayectoria artística, en la que siempre se mantuvo fiel a la abstracción geométrica.

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Junto a las cerca de 50 piezas inéditas -37 dibujos y 26 maquetas de la Fundación Palazuelo-, la exposición alberga 28 esculturas, algunas de ellas de grandes dimensiones, procedentes de diferentes instituciones culturales y museos.
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Esta papiroflexia en metal, un buen ejercicio es imaginar cómo era la chapa metálica antes de ser plegada, en contraste con el marco gótico de la sala de El Almudín, es una buena combinación.
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Y ello es posible porque al ser una exposición montada por el Ayuntamiento de Valencia han cuidado que se pueda contemplar el interior del edificio con las magníficas pinturas que decoran la nave central.

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Cuando las exposiciones son de La Caixa, que utiliza el edifico como si fuera un CaixaForum no cuidan este detalle tan importante.

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