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Hoy celebramos el 183avo , que diría Solana, aniversario del nacimiento de Jules Verne, en casa Julio Verne.
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¡Cuántos buenos momentos he pasado con sus novelas y los que quedan!
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Hoy celebramos el 183avo , que diría Solana, aniversario del nacimiento de Jules Verne, en casa Julio Verne.
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¡Cuántos buenos momentos he pasado con sus novelas y los que quedan!
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Y yo, y yo...
ResponderEliminarTeníamos (y todavía está por casa) la colección completa de sus novelas en no recuerdo cuántos tomos, pero eran unos cuantos, todos ellos con hojas de papel de Biblia. Yo llevo años con ganas de hacer la colección completa, pero siempre que la encuentro la publican en una cantidad tal de tomos, que me echo p'atrás. Es que no quiero empezar con el "¿Y ahora dónde los pongo?" de Posodo.
Por cierto, tú nunca te has quejado al respecto. Cómo se nota que eres más serio y tranquilo para estas cosas que el otro valenciano que, total, se compra unos librillos y ya está llorándole a la blogosfera con sus "¿Y ahora dónde los pongo?". Si es que...
Quejar, quejar no, una vez pedí ayuda y vinieron a casa Pamela Anderson y unas amigas suyas a ayudarme a poner los libros en su sitio.
ResponderEliminar¡Cómo me voy a quejar!
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O al final no vinieron y lo he soñado, no lo sé. La llamaré un día de estos.
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Y sí, si es que, como dijo el torero, hay gente pa tó.
¿Cómo se va a quejar si varios estantes de su casa lo tiene ocupados por MIS libros?
ResponderEliminarPero ahora ya sé el truco: creo que en la olla a presión me caben tres o cuatro libros, y así, poco a poco...
Posodo: ¿Y por qué los metes en la olla? ¿Los digieres mejor?
ResponderEliminarCaraguevo: Pero, ¿¡cómo!? ¿Has dejado que te invada?
Pues eso digo yo.
ResponderEliminarComo decías en tu primer comentario: si es que...
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¡La revolución, la revolución! hace falta una revolución para acabar con tanta injusticia.
Y mandamos a Leti con su amiga Rania, antes de que aquella venga para acá.
La brigada antibiotiquil y los B-52 están de mi parte. Los pongo a tu disposición para cuando comiencen los escarceos.
ResponderEliminarA ver, planifiquemos: este sábado, como tú siempre te levantas temprano, después de parlotear un rato con tu kioskero habitual (ya se sabe que a los kioskeros hay que darles palique para que nos guarden los tebeos de Sir Tim), cargas los libros de Posodo en el coche y se los acercas a su casa. Que el tipo perezoso (porque la noche anterior se habrá quedado escuchando a un tal César) aún está zzz y no te abre, pues mandamos el bombardero y ya está.
¿Está bien estudiado el plan?
Ja, ja, el sábado pasado me llamó la atención, no Javi el kiosquero, sino Carlos, el de la furgoneta de reparto porque a su parecer había llegado, yo, más tarde de lo normal, a las ocho menos diez.
ResponderEliminarLos fines de semana platicamos los tres un rato sobre lo mal que va el Valencia, un tema muy socorrido.
Este sábado le preguntaré la ruta y si es buena que ejerza de repartidor y los lleve él.
Yo me quedo leyendo y tú jugando con el Quimicefa, digo con la olla.
Vamos a ver, igual que sigo ignorando si a tu nombre internáutico hay que ponerle la diéresis o no, ignoro ahora cómo se ha de escribir el nombre de ese lugar donde se venden periódicos porque, veamos:
ResponderEliminar-Yo lo escribía "quiosco", pero vi que tú escribías "kiosco". Entonces, para ser más papista que el Papa, decidí escribir kiosko y al tipo que lo atiende, kioskero. A ver..., será por kas... (no la bebida, sino la letra).
-Entonces llegas tú y escribes "kiosquero", cambiando esa "c" sonido /k/ por una "qu", porque si no, tendríamos "kioscero", lo cual no está permitido porque ya se sabe que este número debe desaparecer el mundo mundial, y hasta al alumno hay que ponerle como mínimo un uno.
De modo que ya hemos pasado por todas las letras: "qu", "k" y "c" con sonido /k/.
-Consulto la RAE y cuando escribo "kiosco" me manda a "quiosco". Consulto "kiosquero" y me manda a "quiosquero".
Tan qristalino que tienes tu nombre autentiko y hay que ver lo que me has liado con el dichoso puestecito o tenderete de periódicos. Y todo, estoy segura, para presumir de lo muy temprano que te levantas los sábados (pues que sepas, majo (¿o sería mago, que diría Pajín?), que si tú entretienes el amanecer sabatino con Carlos, yo lo hago con Luis -del Pino- más o menos a la misma hora). ¡Para que luego me llames burguesa! Ya no te dejo mis B-52.
En fin, que mejor me escaqueo (¿o será eskakeo, o esqaqueo?) de tu blog, antes de que me eches con cajas destempladas, ¿no? Y, bueno, ya puesta..., también casi que mejor dejo la Lengua y me dedico a la Química. A ver..., ¿quién me acerca mi olla?
Y a todo esto (antes de irme), ¿dónde estará el de "y ahora dónde los pongo", que no se ha enterado de que el sábado le van a ir a despertar temprano?
ResponderEliminarSeguro que anda por mi blog, hablando de una olla...
Seamos serios, tanto el señor Caraguevo como el señor Posodo, tienen repartidos libros por mi casa, ¡y no sólo eso! es que encima me achuchan con "¿aún no te has leído tal libro?" "después de éste te tienes que leer este otro", "¿dónde está mi libro tal?". Es decir, ¡no sólo los tengo en depósito sino que encima me los tengo que leer!.
ResponderEliminarEsto último es broma; lo único malo es que no tengo tanto tiempo como ellos para poderlos leer como me gustaría (encima con remordimientos).