lunes, 6 de junio de 2011

La Feria del Libro

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El jueves pasado fui a la Feria del Libro de Madrid.
Me gusta no coincidir con chandals, carritos ni El País bajo el bajo.
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¡Y vaya si lo conseguí!
La gente de servicios auxiliares del grupo PROSEGUR estaba más aburrida que Leire Pajín atendiendo las explicaciones de la voz del ascensor al llegar a cada planta, o a la máquina de tabaco. Y encima no las entiende.
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Los que podían haberse quedado en su casa son los de esta caseta. Desde hace años se acordó un nombre como denominación oficial de la comunidad y éstos "erre que erre", siguen a lo suyo que, evidentemente, no es la cultura.
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Otro año será.
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2 comentarios:

  1. ¡Qué buena idea! Jamás se me habría ocurrido... ¡¡¡Visitar la feria del libro cuando las casetas están aún cerradas!!!

    No compraste nada, claro...

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  2. ¡No pude, no pude!
    Fui a esa hora porque así tenía la seguridad de no encontrarme con La Innombrable, seguro que luego me lo echarías en cara. ¿O sería yo a ti?
    Aproveché para leer un ratito un libro que se llama "Bueno, me largo" y eso hice yo.

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