El Hotel Palace de Madrid

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"Préstame tu hotel". Esas palabras fueron la génesis de este proyecto. Paloma García, relaciones públicas del Palace, había asistido admirada a una exposición de Pablo Almansa, quien le propuso un trato irrechazable: contar el hotel con su propio lenguaje fotográfico, narrar a través del desnudo artístico las suites y los balcones, el bar y los salones.

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La foto muere en la imagen. El trabajo de Almansa es una lección de seriedad y exquisitez. Es lujuria en pleno arrebato de elegancia, lascivia contenida en un vendaval de delicadeza. Sus composiciones gozan de un irresistible magnetismo, alardean de una potencia visual ineludible. Y fin. El fotógrafo no pretende impartir lecciones, no ambiciona hilvanar un mensaje laberíntico cuya comprensión exija infinitas y fútiles lecturas. "Las fotos que requieren complicados discursos para ser explicadas me resultan cuando menos sospechosas", afirma Almansa. Él sólo dispara hermosura a quemarropa. Sus fotos refulgen de plasticidad de un modo evidente, emiten un rugido de honestidad que ahuyenta cualquier subterfugios, cualquier ni truco capcioso.

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Convencer a una 'top model' para que se desnude ante tus ojos es hercúleo trabajo para el común de los mortales. En el caso de Pablo Almansa, sin embargo, su fama le precede y le otorga la llave a grutas prohibidas. Sus modelos posan por amor al arte, porque admiran el trabajo del fotógrafo. La actriz Ana Asensio, por ejemplo, recuerda que "la fotografía de desnudos es una de las más apreciadas y respetadas. Por tanto, se considera un honor posar para un artista con talento".

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Una de las musas en la exhibición 'Hotel' ha sido la cotizada Pilar Rubio, quien posando para ciertas revistas podría rapiñar sumas prohibitivas en billetes no consecutivos y sin marcar. Sin embargo, Pilar jamás ha aceptado otra propuesta que no fuera la de Almansa para enfrentarse a la cámara en vestido de viento. ¿Su remuneración? Una copia de la foto. Y satisfecha con semejante pago, le dejó propina a Almansa en forma de cita: "Como el violinista experto, un buen fotógrafo tiene conexión directa entre el corazón y la mano" (Ernst Haas).

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'Hotel' es el resultado de casi un año de trabajo, un período en el que Pedro Almansa y el equipo del Palace han redescubierto habitaciones, terraza, azotea, escaleras, pasillos... Han recorrido, con la mirada y con la imaginación, los recovecos de ese hotel casi centenario y que sin embargo ha envejecido conservando su solemnidad de espíritu joven. Almansa ha podido recrear las sinuosidades del Palace fusionando su lujo señorial y la concupiscencia sensible y refinada del desnudo artístico.

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Senos redondos, firmes, amos y señores de poder y tronío. Piernas eternas, dulcemente arqueadas y perdidas hacia el norte en cinturas de bailarina. Culos prietos y contorneados, tímidos en ocasiones, desvergonzados en otras. Cabelleras de leona, melenas tejidas en rizos o en llanuras, pero siempre evocando esa fatalidad que es principio de ensueños. Las modelos de Pablo Almansa se quitan la ropa, pero es él quien las desnuda para la eternidad disparando su cámara. Y sus fotos son veneno, una poción hechicera sin antídoto que reclama atención, que atrae codiciosamente la mirada del espectador.

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Con la boca pequeña, Almansa termina reconociendo que sabe transmitir seguridad a sus modelos. Conoce los ardides necesarios para insuflar confianza en las mujeres que protagonizan sus fotos. "A veces trabajo con chicas que nunca se han desnudado ante la cámara, y cuando termina la sesión parece como si nunca hubiesen llevado ropa encima". Tal ejemplo podría servir para ilustrar la experiencia de Raquel Balencia. Esta foto es el primer desnudo de la espectacular modelo donostiarra, presente en varias de las imágenes más seductoras de la muestra.

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El trabajo ha sido difícil. No era sencillo compaginar las veleidades del arte con el funcionamiento de un hotel que emplea a 500 personas y por cuyas puertas y dependencias transita multitud de gente. ¿Cómo hacer una foto a una joven desnuda, en plena mañana y en mitad del pasillo, sin arriesgarse a alterar los latidos de la clientela? Por momentos, Almansa tenía que impostar los hábitos del cazador furtivo, capturando imágenes sin hacer ruido, sin levantar sospechas, sin permitirse testigos. Gracias a la vigilancia ocasional de un botones, a la adaptación de la agenda a los días de menos trajín y a las fotos robadas bajo el anonimato de la madrugada, 'Hotel' es una realidad.

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Texto de Fran Casilla para EL MUNDO.

Exposición de fotografías en el propio Hotel Westin Palace a finales de 2008.

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Había visto alguna fotografía suelta pero no sabía que pertenecía a un reportaje. Y vaya reportaje. Vi otro reportaje sobre el hotel en TeleMadrid pero no es lo mismo, estas fotografías tienen algo que el reportaje de la tele no tenía, ja, ja, ja.

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