Un secreto al fin destapado

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Los ultras guerracivilistas de Público se lo preguntan pero no lo saben.

Rubalcaba lo sabe, ya se ha enterado, y por eso ha desaparecido hace días del mapa.

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BXVI viene a Madrid, acordémonos, Madrid, M.

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La excusa es la Jornada Mundial de la Juventud, que está llenando las calles y plazas de Madrid, M, y de otras ciudades españolas de jóvenes de diversos países.

Jóvenes y jóvenas cargados de ilusión, alegría y ganas de pasarlo bien, pero sin litronas ni denuncias falsas contra la policía.

Policía que, por ahora, no ha hecho falta a pesar del gran número de personas que se han concentrado en diversos lugares.

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Bien. La JMJ no quiere decir Jornada Mundial de la Juventud. Significa simplemente Madrid. Las dos jotas, si fueran cinco sería un jamón, son un guiño, una coña al alcance de los iniciados sobre el modo de hablar del personaje central de todo esta parafernalia, y algo más.

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Sí amigos, porque el Papa, y ya puedo decirlo, viene a entronizar a José Bono como primer ministro de un gobierno de concentración.

Idea con la que nos viene machacando el interesado desde hace unos meses, desde el 22M pero eso es una casualidad, y que viene apuntalada por dos hechos significativos:

- la doble página de Pedro Jota el domingo, que no llevaba la coletilla de publicidad,

era leerlo y ver el botafumeiro lanzando incienso alrededor de Pejpe,

- el manchego ha desaparecido estos días. No es que esté descansando -el mal nunca descansa- está recibiendo otro nuevo injerto de pelo para lucir cabellera durante los eventos.

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Se habla, se comenta que, aprovechando el acto, Benedicto XVI beatificara a José Bono. Por ahora es un rumor sustentado en una página de feisbuk con dos amigos hasta el momento: Pejpe y Pedro Jota.

Repito PeJpe y Pedro Jota.

Sí, dos jotas. Como en JMJ.

Van encajando las piezas.

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Porque amigos, virtudes no le faltan al honrado y humilde Pepe. Y milagros tampoco. Son famosos sus milagros de los panes y peces, de un cesto sin nada surgen áticos, pisos y fincas.

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Por ir rematando, ¡uy, perdón! poner en un mismo texto rematar y Rubalcaba puede sonar agorero, pero de mal agüero.

Digo, que lo del gobierno de concentración sería sólo al principio, luego diría que alguien del PP, of course, le ha pegado y los detendrían a todos. Pasaría entonces a ser un gobierno de campo de concentración.

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Pues eso, mucho cántico, mucha misa, pero esto, ejto, es lo que hay.

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