miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los emoticonos y sus peligros

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No me llevo bien con los emoticonos.
Con mi tendencia natural a escribir lo menos posible siempre se me olvidan, debido, quizás, a que van al final.
Una vez puse uno y no le puse nariz.
Pero después de ver el dibujito de arriba estas pildoritas finales quedan arrinconadas en el baúl de los recuerdos.
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Sirva esta anotación como aviso a nuestras amigas S. Cid y Alawen, a las que les gusta mucho el uso de estos simpáticos dibujitos.
-Chicas, repasad bien los puntos, comas y paréntesis antes de darle al INTRO porque como dibujéis lo de arriba, peligro, peligro.
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3 comentarios:

  1. Oh, Caraguevo, pero eso es lo divertido: poner puntos, comas y paréntesis varios y dejar que la Naturaleza siga su curso :DDD

    Yo nunca les pongo nariz. No sé lo que mi psiquiatra opinará cuando se lo diga...

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  2. La cuestión está en no liarse y utilizar uno cada vez.

    Pero en caso de lío, habrá que estudiar cuidadosamente su origen: puede deberse a un serio problema con tu personalidad (psiquiatra al canto) o a otro serio problema, éste referido a tu habilidad a la hora de teclear (más práctica sobre el teclado).

    Ah, y pongámosles nariz a los emoticonos, Alawen. No van a ser todos chatos ;-)

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  3. Esta anotación y sus comentarios demuestran que este blog es un servicio público.
    Voy a pedir una subvención.

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