Gaspart pone en venta el Palace de Barcelona
Husa ha otorgado el mandato de venta del hotel a CB Richard Ellis, que se encuentra en una segunda ronda de negociaciones con inversores nacionales e internacionales. El antiguo Ritz, que lucha por su nombre desde 2008, ha recibido ofertas de entre 60 y 70 millones de euros.
La familia Gaspart venderá uno de los buques insignia de la cadena hotelera Husa, el Hotel Palace de Barcelona, más conocido como el antiguo Ritz. Los Gaspart han otorgado el mandato de venta del hotel a la consultora internacional CB Richard Ellis, que ya se encuentra en una segunda ronda de negociación con posibles inversores. Según fuentes del mercado, se han realizado ofertas por importes de entre 60 millones y 70 millones de euros.
La intención del expresidente del FC Barcelona es vender el hotel y quedarse la gestión, pero también se escuchan ofertas para entregar el hotel libre de compromisos. Según el responsable de la división hotelera de CB Richard Ellis, Jorge Ruiz, “se han recibido numerosas ofertas de inversores extranjeros y algunas nacionales”. En el grupo de internacionales, no figura, sin embargo, el inversor libanés Boutros El Koury, que el año pasado adquirió los hoteles Husa Princesa y Husa Moncloa, en Madrid, y los hoteles Miramar y La Florida en Barcelona, que también gestiona la cadena catalana.
Ampliación de capital
En pasado junio, Husa inyectó 24 millones de euros en la sociedad Inmobiliaria Sarasate, propietaria del Palace Barcelona, en una ampliación de capital que fue suscrita íntegramente por Husa, según fuentes de la compañía.
El antiguo Ritz tiene una categoría de cinco estrellas y 125 habitaciones. Cuentan que fue el político Francesc Cambó, que se hospedaba con frecuencia en el Ritz de Madrid, quien impulsó la construcción de un hotel de lujo en Barcelona, que entonces no contaba con ningún cinco estrellas. El establecimiento fue construido por el hotelero suizo César Ritz. Se inauguró en 1919 y pronto se convirtió en el hotel donde se hospedaban los famosos. En su libro de visitas, figuran firmas como las de Cary Grant, Carmen Polo de Franco, Sofía Loren, Pelé y Madonna. Salvador Dalí vivió una temporada en el hotel y dio su nombre a una suite, a la que llegó a subir un caballo disecado.
En 2007, cerró para someterse a una profunda rehabilitación que costó treinta millones de euros y que ha devuelto el brillo a sus salones dorados y a sus columnas de mármol. Su restaurante Caelis, que dirige Romain Fornell, ha sido galardonado con una estrella Michelin.
Sólo una estancia escapó a la reforma: el espectacular Salón Imperial. Ésta fue la única sala que los anteriores propietarios del hotel, la familia Muñoz Ramonet, no vendió a la familia Gaspart. Los antiguos dueños explotaban el salón hasta hace poco gracias a una servidumbre de paso, que perdieron a consecuencia de una sentencia judicial.
Otro establecimiento que podría cambiar de manos en la capital catalana es el W Barcelona, conocido como hotel Vela y propiedad de FCC, OHL, Comsa-Emte y BCN Godia.
Un hotel histórico que lucha por su nombre
El Hotel Ritz de Barcelona consiguió la autorización para utilizar el nombre de Ritz en 1919, año de su inauguración. En 2008, el Tribunal Supremo vetó el rótulo de Ritz en su fachada porque ya existía otro hotel en un edificio anexo con el mismo nombre. Desde entonces, Husa lucha por conseguir de nuevo la marca para su hotel.
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Ayer Expansión publicaba esta noticia, de la que me llamó la curiosidad el párrafo que he subrayado, se vendió todo el edificio menos un salón que tenía servidumbre de paso.
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Precisamente se lo decía el otro día a la Duquesa:
ResponderEliminar«Hay que ver cómo está la servidumbre.»