viernes, 4 de noviembre de 2011

Casi, casi

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Hace unas semanas tuve la oportunidad de realizar una visita restringida a uno de los edificios más seguros de la ciudad y que ahora está cerrado por próxima reforma.
En un salón de lo que había sido vivienda de la segunda autoridad del Estado en la región estaba este tapiz.
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Cuando lo vi dije: Mira, como el de casa.
Unos días después, enseñé esta fotografía a mi sobrino pequeño y él se dio cuenta que no era igual al de casa.
Teníamos fácil la comparación, mirábamos la pantalla del ordenador, levantábamos la cabeza y comparábamos con el tapiz de la pared, pero fue él quien sacó las siete diferencias.
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Unas semanas antes en el Colegio de Arquitectos hubo una exposición de la obra de Rafael Tamarit y en una fotografía de una casa unifamiliar proyectada por él en Calpe aparecía un tapiz que ya no sé decir si era igual al de mi casa, al otro, o era una tercera versión de la misma escena.
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