Trasladando fiestas
Publicado por Juan Manuel de Prada el 2 de Enero de 2012 en Política y Sociedad.
Si Zapatero hubiese tenido la ocurrencia de trasladar las fiestas a los lunes, y de cargarse de paso festividades de gran arraigo como la Asunción de la Virgen o el (…)
Si Zapatero hubiese tenido la ocurrencia de trasladar las fiestas a los lunes, y de cargarse de paso festividades de gran arraigo como la Asunción de la Virgen o el día de Todos los Santos, habríamos escuchado enseguida -con voz tonante y airada- que su propósito no era otro sino descristianizar la sociedad. Pero quien ha tenido la ocurrencia ha sido Rajoy; y, misteriosamente, nadie le ha atribuido semejante propósito. De donde se deduce -risum teneatis- que si las festividades religiosas se las carga un gobierno de izquierdas, hemos de presumir que su propósito es descristianizar la sociedad; en cambio, si quien se las carga es un gobierno de derechas, hemos de presumir que su propósito es «racionalizar el calendario laboral y reactivar la economía». Que la economía vaya a reactivarse por quitar cuatro días de fiesta, o por correrlos al lunes, es una sandez que sólo se le habría ocurrido a aquellos arbitristas demenciales de los que se cachondeaba Quevedo; pero vivimos en una época tan confusa que las sandeces más grotescas pueden pasar fácilmente por ideas geniales.
El mundo liberal siempre tuvo la obsesión de cepillarse el calendario cristiano. Primero lo intentó con el desquiciado calendario napoleónico; y, fracasado aquel empeño arbitrista, se dedicó, al tiempo que la Iglesia reducía sus fiestas de precepto, a multiplicar las suyas, hasta tupir el calendario con una caterva de fiestas civiles, a cada cual más relamida y rimbombante. Las fiestas verdaderas, que sólo pueden ser religiosas, no tienen más sentido que santificar la vida: se basan en la necesidad que el hombre tiene de encontrarse a sí mismo bajo la luz de una fe comunitaria; y se cumplen en la recepción de un don espiritual. Las fiestas civiles, que son falsificaciones paródicas de las religiosas, nunca cumplieron ninguna de estas dos funciones; pero su proliferación insensata logró enturbiar el sentido originario de las fiestas religiosas, hasta equipararlo con el de las fiestas civiles, como mera ocasión para el ocio consumista. Una vez lograda esta equiparación turbia, se prueba ahora a cambiar de fecha las fiestas religiosas, o a borrarlas del calendario, en la confianza de que su traslado o supresión no ocasionará mayores resistencias que el traslado o supresión de las insustanciales fiestas civiles. Y como quien anuncia esta barrabasada no es Zapatero, sino Rajoy, ni los católicos rechistamos, en lo que se demuestra que la ofuscación ideológica ha logrado desecar el meollo de nuestra fe, convirtiéndola en una sucesión de automatismos vacuos; en esto consiste el fariseísmo.
Existe un axioma biológico infalible: a medida que disminuye lo vivo, aumenta lo automático. Cuando las fiestas religiosas se convierten en un automatismo vacuo importa poco, en efecto, que se cambien de día. Si fuesen fiestas vivas, su traslado por decreto nos resultaría tan desquiciado y abusivo como una orden ministerial que nos exigiese celebrar nuestro cumpleaños en domingo, o parir durante el mes de vacaciones; pues ese traslado obedece a la misma visión mecanicista -automática- del hombre, reducido a un gurruño de carne sin necesidades espirituales, para quien las fiestas se han convertido en meras ocasiones para el ocio consumista. ¡A trabajar y a consumir, españolitos sin fe, que hay que «reactivar» la economía!
«Al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará», leemos en el Evangelio. Así se recompensa la fe de los tibios. Después de todo, la ocurrencia de Rajoy de quitarnos o trasladarnos las fiestas religiosas puede que sea un instrumento del designio divino.
Publicado en www.abc.es
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La gente de la Fundación Burke incluye en su último correo este artículo del orondo escritor/presentador pero no intelectual , que para eso es de derechas.
No estoy de acuerdo con lo que dice, pero lo traigo porque sé que tiene alguna seguidora por aquí.
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No estoy de acuerdo con lo que dice, pero lo traigo porque sé que tiene alguna seguidora por aquí.
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¿Alawen? ¿En serio? Bah, no me lo creo, es tu maledicencia innata. Estoy segura de que la inteligente arquera no es fan del de Prada, pero te aprovechas de su magnetismo animal (por cierto que sí: yo soy buena, yo soy buena) y de que la pillas baja de defensas para lanzar estas insidias contra la pobre enfermita. Menos mal que estoy yo aquí para defender su honor.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, hay algunos puntos del artículo con los que estoy de acuerdo y con otros, no.
De Prada literariamente nunca podrá ser Chesterton, le sobra adjetivos, y físicamente, aunque le faltan kilos, está en ello. No obstante, hay artículos de él que me han hecho vibrar de emoción.
ResponderEliminarSe ha trajinado a una cacho rubia que presentaba su programa de tv mucho más sexy que la santa de Chesterton, Frances Blogg. Ahí sale ganando Juan Manuel.
Que quiten el estúpido día de la Constitución del calendario festivo, pa lo que vale...
S. Cid: ¿Alawen? Fuiste tú la que comentaste en otro lugar la boda del gran, físicamente, JM Prada, de ahí la alusión.
ResponderEliminarBate: La fiesta de la Constitución sirve para que algunos funcionarios utilicen días mocosos y se encuentren con una semana de vacaciones, fíjate si es útil.
Mira que hay motivos, ya lo decían los de la Zeja, para criticar a Rajoy pero esto que nos dice el orondo JM Prada no lo comparto.
¿Cambiar la celebración del Corpus al domingo ha supuesto una merma de la fe en los creyentes?
Lo que debería criticar el autor es que las cosas se hagan sin cabeza, que parece ser la tónica de estas semanas, al igual que Bate comenta la fiesta de la Constitución, no veo problema para pasarla a un lunes, se podría hacer lo mismo con la fiesta del Trabajo, de hecho en Estados Unidos es un lunes de octubre, no el 1 de mayo.
Y así se podría, se debería hacer con todo el calendario, revisarlo. En Cataluña nunca ha sido fiesta el Jueves Santo y la iglesia catalana no ha protestado.
Hasta el siglo VI, con el Papa Juan I, no se celebró la Navidad el 25 de diciembre, fecha coincidente con el solsticio de invierno en el hemisferio norte y dotada de connotaciones importantes, porque es el día en que la noche deja de ser más larga y se considera que es el momento en que "la luz vence a las sombras". Mithra, el Dios Solar reverenciado por Roma, también era conocido como "Sol Invictus" y su fiesta se celebraba, obviamente, el 25 de diciembre.
Evidentemente no digo que se cambian fechas como Navidad, Reyes, o la de la Fiesta Nacional, pero si se quiere hacer que se haga viendo todo no una parte. En Valencia desde hace años tenemos la polémica de si sería conveniente cambiar la festividad de San José al lunes más próximo. Y todavía estamos en ello.
Lo peor que se puede tener en esto son prisas y mala idea.
Un saludo a los dos
Eso, eso, vosotros hablad a mis espaldas, que os voy a enviar un batallón de virus, cof, cof... O uno sólo, pero del tamaño de JMP, o de CVM...
ResponderEliminarSoy de la opinión de Bate, el día de la Constitución es una paletada de tomo y lomo, y lo mismo los que celebran las Comunidades Autónomas en plan autobombo... Fuera del calendario ya.
Por supuesto, todo ello pensado y repensado. Que mira lo que pasó con el Corpus en Toledo, tanto mover la fecha para volver al jueves, como fiesta local.
Besos y abrazos virtuales a los tres
Creo que fue este pasado año cuando oí a una de las mozas que están con Luis Herrero decir algo así como "qué bien, el jueves es fiesta, aunque no sé por qué". Si no recuerdo mal, ese jueves era el Corpus. O sea...
ResponderEliminarAlawen: Los virus a Madrid, que para eso es la capital.
ResponderEliminarHas nombrado juntos a dos personajes de peso, y que se llevan fatal. Van a saltar chispas en tu comentario.
Tú también quieres dejar a los funcionarios sin vacaciones pre-navideñas. ¡Vaya!
Lo de las fiestas locales está bien, la globalización no debe ganar siempre, la autonómica no la veo tan clara.
Las "nacionales" hay que estudiarlas en su conjunto.
Posodo: Ja, ja, dentro de unos días pasará lo mismo en Valencia, mucha gente no sabrá por qué es fiesta y otros se equivocarán de Vicente, yo por ejemplo.
Un saludo a todos