El alma del mundo
Alejandro Palomas
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Imagen de cubierta: 123RF/Natalia Yeumenenka
Imagen de cubierta: 123RF/Natalia Yeumenenka
Edita Espasa
1ª edición: 2011
304 páginas
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Otto Stephens y Clea Ross ingresan en un asilo para ancianos ricos y solicitan que una cuidadora en particular, Ilona, se ocupe de ambos.
Clea, de noventa años, en su juventud una brillante violonchelista, sacrificó su carrera para permanecer a la sombra de su marido, un célebre director de orquesta. Dotada de un estimulante sentido del humor, es dueña de una ironía demoledora, libérrima y encantadora cuando quiere, pero dura con todo aquello que le resulta despreciable. Otto, de edad semejante, es un anciano seductor que conserva el encanto y el glamur de su juventud.
La joven Ilona esconde un pasado terrible en su Hungría natal, sometida al terror soviético. Es una mujer zarandeada por el destino. En Barcelona, conoce a Miguel. Además de vivir un gran amor con él, este le enseña oficio de luthier. La felicidad se rompe cuando Ilona viaja a Budapest y permanece allí un largo periodo de tiempo para cuidar a su madre.
Otto le pide a Ilona que dediquen su tiempo a fabricar un violonchelo y esta ocupación se convierte para el anciano en lo más importante de su vida. Ilona tiene otros intereses: reconstruir su relación con Miguel.
Durante tres meses, las vidas de Clea, Otto e Ilona se entrelazan, se llenan de confidencias, de secretos, de verdades a medias, de medias mentiras, de descubrimientos, y acaban formando un mosaico en el que nada es lo que parece. El violonchelo será en última instancia el desencadenante que los protagonistas esperan para encauzar la segunda oportunidad de sus vidas y retomar los cabos sueltos que les impedían a cada uno, por distintos motivos, ser felices.
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Obra finalista del Premio Primavera de 2011, que patrocinan Espasa y Ámbito Cultural de El Corte Inglés, y curiosamente fue el libro escogido por el Club de Lectura para el mes de enero.
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Libro muy bien escrito, con frases releídas varias veces por su belleza, no por su dificultad.
Muy recomendable.
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El autor se sorprendió al presentarle para su firma un ejemplar de su libro La isla del aire, me dijo que era imposible encontrarlo pues está descatalogado.
¡Ja! No sabe Alejandro lo que pueden hacer los chicos de mi librería.
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¿Perteneces a un club de lectura? Cuenta, cuenta. La (¿extinta?) LxDXC solicita anotación al respecto.
ResponderEliminarRespecto al libro..., si lo recomiendas tú es que tendrá su aquel, pero la portada echa para atrás a velocidades lumínicas.
Es verdad S.Cid, hay algo en la portada que me produce pavor. Tal vez, aparte de lo cargado, sea la forma liviana y cursi que tiene la chica de coger el violonchelo. Como violonchelista me abruma y me marea que un violonchelo forme parte de la trama de una novela. Ea.
ResponderEliminarDe los zapatos mejor ni hablamos...
Yo estoy leyendo ahora mismito, MISERICORDIA, de Don Benito Pérez Galdós. Ahí es nada.
ResponderEliminarS. Cid: "Cuenta, cuenta", de cuentas no, de lectura. Es el Club de Lectura de Ámbito Cultural de El Corte Inglés en Valencia: Ya lo he comentado más de una vez, por lo que tu pregunta me da que pensar.
ResponderEliminarHaré una anotación, de acuerdo.
Bate: El violonchelo es protagonista porque Clea era violonchelista, Ilona era luthier y Otto le pide construir un violonchelo para regalárselo a Clea.
Ah, Otto era director de orquesta.
Y hasta aquí puedo leer.
Si dices que así no se coge un violonchelo es que así no se coge.
Hala, ya veo que no os ha gustado la portada.
Pérez Galdós, hay una calle que se llama así, ja, ja, yo estuve el miércoles.
Un saludo a los dos
Bate: ¡¡¡¡Misericordia!!!! Probablemente la mejor novela de Galdós y desde luego una (si no la primera) de mis favoritas.
ResponderEliminarPreciosa novela, preciosa, preciosísima, maravillosa. En ella se aprende de verdad el auténtico significado de la palabra ingratitud, cuando uno de los personajes (no recuerdo quién, hace tanto tiempo que no la leo) le reprocha a otro con esa palabra: "Ingrata, ingrata" (o "Ingrato, ingrato"). El lector, que sabe todo lo que ha ido pasando en la historia, queda impactado y aprende en ese preciso momento el auténtico, profundo y doloroso significado de la palabra ingratitud.
Si pudiéramos conocer los signifados de todas las palabras con enseñanzas como ésa, cómo cambiaría el mundo: la palabrería vana quedaría abolida.
Caraguevo: Sí que he visto referencias al club de lectura de El Corte Inglés en tus Afoticas (no creas que no te leo con atención, malo, más que malo), pero pensé que pasabas por allí para alguna presentación en particular que te interesase especialmente o firma de libros, pero no que fueras miembro activo del club. De ahí mi sorpresa e interés, porque si eso existiera por aquí (de hecho ayer traté de buscarlo en Google para cualquier Corte Inglés de Madrid), me apuntaría ipso facto.
S. Cid: Después de tus palabras-reseña-crítica de la obra de Pérez Galdós que ha mencionado Bate sólo puedo decir una cosa: ¿Está en película? Ja, ja, ja, no, ahora en serio, la apunto.
ResponderEliminar¡Cómo no voy a leerla después de tus palabras!
Tienes razón, en Madrid no tenéis Club de Lectura en Ámbito Cultural, por una vez ganamos los de provincias, pero he visto que el próximo miércoles 22, a las siete de la tarde presentan en el centro de Serrano el libro "Naves mancas" sus autores Carlos Canales y Miguel del Rey. Te la recomiendo, te encuentras con una clase de historia muy amena y un subidón de orgullo patriota.
Un saludo
"Misericordia", una novela preciosa.
ResponderEliminarNo, no tenemos club aquí :-(((( Pero me diste la idea e igual voy y me monto yo uno: Club de lectura Finis Terrae. ¿Qué tal suena?
ResponderEliminarRespecto al libro que recomiendas..., he echado un vistacillo en la red y parece más que interesante. Lo que ya no parece tan atractivo es el precio. Mejor espero a la edición de bolsillo o a la version libukeña, si es que algún día sale, claro.
Acabo de mandarte una cosita.
Hay un error en mi último comentario, lo que recomiendo es asistir a la presentación del libro, éste no lo he leído.
ResponderEliminarPues sí, monta un club de lectura, Oprah Winfrey tiene uno, aparte o junto a su programa dectelevisión y se forra.
Tienes razón con el precio de libro, yo lo compré porque el anterior del mismo autor, La isla del aire, me gustó mucho, y menos mal que éste también lo hizo. Y el primero sólo me costó 3 euros.
Un saludo
Ttras tu último comentarios, no sé si estamos hablando del mismo libro... El precio que no me parecía atractivo era el de "Mano mancas" (me salió por ahí que costaba 30 euros).
ResponderEliminarSí, no hablábamos del mismo libro.
ResponderEliminar"Mano mancas" Ja, ja, ja. ¿En qué estarías pensando al escribir?
Eso..., ¿en qué estaría pensando?
ResponderEliminarEmpiezo a preocuparme...
Sería la emoción por los juguetitos nuevos: el libuk o el club de lectura.
ResponderEliminarEstupendos juguetes los dos.
Un saludo