domingo, 26 de febrero de 2012

Libro: Los días entre el mar y la muerte

.
Los días entre el mar y la muerte
Luis Herrero
.
Edita La esfera de los libros
1ª edición: junio de 2011
348 páginas
.
Una llamada telefónica inesperada cambiará su vida para siempre: «Van a matar a tu hijo. Escóndelo donde no lo encuentren. Apenas te queda tiempo». Después, una persecución marcada por la muerte, de la que madre e hijo saldrán o no saldrán indemnes. Diecisiete años más tarde, una pareja de adolescentes, lectores compulsivos de novela negra, encontrará, sin proponérselo, la pista del asesino y acabará enredada, a la vez, en la investigación de los crímenes y en la búsqueda de su propia identidad. Porque los crímenes conectan con una red de robos de recién nacidos en los hospitales y con un pasado lleno de secretos guardados en la caja fuerte de un banco de Suiza. Sólo una persona tiene derecho a reclamar la llave. Un rastreador de estirpes y un escritor famoso, que se mide frente al mar en un hotel a pie de playa, ayudarán a los jóvenes a enfrentarse a las consecuencias de su terrible descubrimiento. «¿Ya has pensado qué es lo primero que le dirás cuando vuelva? ¡No pararé de hablarle! Le contaré con todo detalle lo que ha sucedido para que pueda acabar su diario y juntos lo convertiremos después en una novela. Será una gran novela. La novela de estos días. Los días que pasamos entre el mar y la muerte».
.
Este libro de Luis Herrero, su novena novela, es la propuesta de este mes del Club de Lectura de Ámbito Cultural de El Corte Inglés y no iba a leerla, aunque sí pensaba ir a escuchar al autor, pero un amigo me ha dejado el libro.
Y reconozco que engancha, no es una obra maravillosa de la literatura, tampoco creo que esa sea la pretensión, pero se deja leer con interés.
Quizá sobra alguna descripción tan concienzuda de Benicasim o de Castellón (ninguno de los dos nombres se escriben así oficialmente), pero se perdona al autor por estas muestras de amor hacia estas dos ciudades tan cercanas a él.
.
Eso sí, no le perdono que cuando habla del Hotel Voramar no mencione sus estupendas papas.
Una cosa que he preguntarle es por qué uno de los personajes es el escritor Manuel Vicent, al que creía originario de Valencia y resulta que no, es de Villavieja, junto a Nules, en Castellón.

4 comentarios:

  1. Respecto a lo de las papas, sí que se menciona:

    Un camarero se acercó a la mesa para llevar un cargamento de papas García y otra ronda de consumiciones.
    —¿Y esto? —preguntó Bosco.
    —Es por gentileza del hotel. El café no es bueno —dijo el camarero rememorando la conversación que había mantenido con él durante el desayuno—, pero el trato a los buenos clientes, sí.


    Y respecto a lo de las descripciones concienzudas de Benicassim y Castellón de la Plana, tienes razón. Para alguien que no las conoce pueden resultar innecesarias (sobre todo si se tiene en cuenta que no se ajustan del todo a la realidad), pero lo mismo pasa con las descripciones concienzudas que aparecen en muchas otras novelas sobre ciudades como Madrid o Barcelona y que, a los que no las conocemos con detalle, tampoco nos aportan nada.

    ResponderEliminar
  2. Francisco: Muchas gracias por enmendar mis fallos, aunque en el tema de las papas no sé, no sé.
    Me has destrozado un mito. Hace años fui varias veces al hotel Voramar con unos amigos, uno de los cuales hizo hincapié en sus papas, que, hasta que lo has mencionado tú, creía que estaban hechas en el propio hotel.

    Respecto a las descripciones, y hablo de memoria, en las descripciones eché en falta referencias a algún edificio conocido o a algún comercio que nos sirvieran para localizar mejor la acción.
    A eso quería referirme.

    Un saludo, bienvenido y mmmmm... agradecido por tus comentarios, ja, ja.

    ResponderEliminar
  3. Lamento haberte desilusionado con lo de las papas, pero tienes razón en lo de que las papas García son de las mejores del mundo.

    Sobre lo de las descripciones, una respuesta más meditada, y teniendo menos en cuenta el cariño que se le tiene al terruño, es que tienes razón, resultan excesivas y muchas veces no aportan nada importante a la historia.

    Por cierto, te he enlazado desde mi blog, espero que no te importe.

    ResponderEliminar
  4. Francisco: El golpe con lo de las papas ha sido como cuando me enteré de la muerte de Chanquete. Eso sin exagerar, si exagero no sé hasta dónde puedo llegar, ja, ja.

    Muchas gracias por el enlace. He echado un vistazo y a ver si este fin de semana puedo navegar por esas aguas.
    Un saludo

    ResponderEliminar