Ya no somos niñas
Vicente Marco
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Diseño cubierta: Autores Premiados
Ilustrador: Fran Latorre
Edita: Autores Premiados
1ª edición: diciembre de 2012
296 páginas
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No queda romanticismo, no quedan ideas, no queda amor, ni conciencia social. Solo quedan las “Ya no somos” y no están dispuestas a rendirse.
Con tintes apocalípticos pero con grandes dosis de ironía y humor, “Ya no somos niñas”, narra la lucha de un grupo de mujeres contra el poder establecido. Ambientada en un futuro quizá no muy lejano donde predominan los avances técnicos, el egoísmo, la corrupción y las mafias, los sentimientos han desaparecido. Los últimos rescoldos de ternura crepitan en la protagonista principal, Lydia Waternaquer, la Leidy, dedicada a la «masturbación piadosa» de disminuidos e impedidos. La Leidy se erige como líder fortuito del movimiento «Ya no somos» que tendrá influencias sobre las generaciones posteriores y que servirá de base para «la gran revolución» que no es sino una guerra entre géneros.
Pero «Ya no somos niñas» es mucho más que una distopía con reminiscencias de La naranja mecánica o 1984. Bajo una trama adictiva, existe un juego de equívocos que es en realidad fuente inspiradora del movimiento revolucionario, el hilo conductor que permite, ya desde el inicio, ir desentrañando cada una de las intrigas que desarrolla el texto, cuando el lector descubre que el verdadero propósito de la Leidy no es formar un grupo de mujeres dispuestas para la lucha, sino huir para salvar la vida de su hijo, El niño de Alburquerque, perseguido por el hombre que quiere dominar todos los estamentos de la sociedad, el despiadado O. Brayan.
Esta obra obtuvo la condición de Finalista en el V Premio Logroño de Novela el pasado año.
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Miguel Ángel Mala dice lo siguiente en el prólogo:
... Lo extraño, no obstante, es que este libro se publique en España. No en Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Lo extraño es que una editorial apueste por un producto rupturista, amperiovoltaico y recauchutante, en el que los personajes se llaman Selena Verguer o el Niño de Alburquerque, en el que abunda el casticismo carpetovetónico pasado por el filtro de Russ Meyer o el primer Tarantino.
...
Asistí a la Liturgia literaria de Vicente Marco y, al acabar, me acerqué un momento a saludarle. Me comentó que tenía que asistir a la presentación de su nuevo libro, éste, porque iba a ser una presentación especial, como así fue y conté.
Abundando en el libro, y en lo que había contado sobre la reacción de su madre al leerlo, me contó que había una protagonista que se dedicaba a la masturbación piadosa. Era una cosa que se había inventado y su sorpresa fue que posteriormente se enteró que había existido una congregación religiosa que se había dedicado a eso en Hispanoamérica.
Anécdotas aparte, el libro es lo que ya se ha podido leer en las líneas superiores y en la anotación sobre su presentación: original, irreverente, mordaz; porno pulp ficción lo definió su autor, pero no deja de ser un libro, que se desarrolla en el futuro, y nos habla de situaciones y problemas de hoy en día: soledad, amor, amistad, lealtad, venganza, etc.
Una historia rompedora muy bien escrita con un envoltorio tecnológico, deslenguado y subido de tono.
Un nuevo salto en el vacío de Vicente Marco.
Recomendable después de haber leído otras obras, relatos o novelas, del autor para poder ver su evolución, las diferencias entre sus obras.
... Lo extraño, no obstante, es que este libro se publique en España. No en Estados Unidos, Inglaterra o Francia. Lo extraño es que una editorial apueste por un producto rupturista, amperiovoltaico y recauchutante, en el que los personajes se llaman Selena Verguer o el Niño de Alburquerque, en el que abunda el casticismo carpetovetónico pasado por el filtro de Russ Meyer o el primer Tarantino.
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Asistí a la Liturgia literaria de Vicente Marco y, al acabar, me acerqué un momento a saludarle. Me comentó que tenía que asistir a la presentación de su nuevo libro, éste, porque iba a ser una presentación especial, como así fue y conté.
Abundando en el libro, y en lo que había contado sobre la reacción de su madre al leerlo, me contó que había una protagonista que se dedicaba a la masturbación piadosa. Era una cosa que se había inventado y su sorpresa fue que posteriormente se enteró que había existido una congregación religiosa que se había dedicado a eso en Hispanoamérica.
Anécdotas aparte, el libro es lo que ya se ha podido leer en las líneas superiores y en la anotación sobre su presentación: original, irreverente, mordaz; porno pulp ficción lo definió su autor, pero no deja de ser un libro, que se desarrolla en el futuro, y nos habla de situaciones y problemas de hoy en día: soledad, amor, amistad, lealtad, venganza, etc.
Una historia rompedora muy bien escrita con un envoltorio tecnológico, deslenguado y subido de tono.
Un nuevo salto en el vacío de Vicente Marco.
Recomendable después de haber leído otras obras, relatos o novelas, del autor para poder ver su evolución, las diferencias entre sus obras.
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