A finales del curso pasado un sobrino vino a comer a casa y estuvo contando cómo le había ido el día en el cole.
Había tenido clase de Filosofía y el maestro les había contado milongas sobre el respeto a los demás y a sus opiniones.
La tesis que les pretendía inculcar es que hay que respetar las ideas de los demás.
Eso es lo que contaba mi sobrino.
Le dije que su profesor estaba equivocado. Le expliqué que lo que hay que respetar es a las personas y el derecho que tienen a tener una opinión, sea como la tuya o no.
Mi sobrino no estaba muy convencido y repetía lo que les había dicho el maestro, que todas las opiniones son respetables.
Le dije que al día siguiente, que tenía otra vez Filosofía, dijera que su opinión era que las chicas deberían estudiar sólo hasta la ESO y que luego se quedaran en casa fregando y lavando, así no los distraían y ellos se podían formar mejor para acceder a la universidad.
Mi sobrino dijo que no, que esa estupidez no la iba a decir porque se creerían que era idiota.
Yo le dije que no podrían decirle eso, que era su opinión y la tendrían que respetar como les decía el profesor, a lo que volvió a repetirme que no, que era una estupidez.
Entonces le dije que claro que era una estupidez, y que como esa opinión hay mil todos los días en todos los sitios y que no hay porqué respetarlas.
Creo que a mi sobrino le quedó claro qué es respetable y qué no: las personas y su derecho a opinar siempre, dichas opiniones no siempre.
NOTA: Cualquier comentario que opine distinto que yo será borrado, ja, ja, ja.
Muy buena reflexión... ¿Tengo que preocuparme por estar absolutamente de acuerdo contigo? ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.
¿De verdad hay que respetar a las personas? ¿A todas?
ResponderEliminarYo creo que no. Lo siento si estoy rompiendo tabúes, pero hay personas que no son respetables y, a esas personas, no digo que vaya a mandarlas a paredón, pero sí que me permito el lujo al menos de ignorarlas (María Gaetana, sentada en la dirección de nuestro cole tenemos una. ¿Alguien así merece tu respeto?).
En cualquier caso (perdón, Caraguevo, que me olvidaba), la lección que le diste a tu sobrino es muuuuuy buena. Hay mucho profesor por ahí sociabilizando al alumnado, y está bien que haya tíos que sepan abrirles los ojos a sus sobrinos.
ResponderEliminarBy the way, y con respecto a mi comentario anterior: es como lo de la tolerancia de ZP. ¿Os acordáis de ella? La palabrita llegó a producirme arcadas. Nos vendieron la tolerancia como el culmen de las virtudes. Pues lo siento, hay cosas que son intolerables y yo no paso por el aro.
Iba por ahí mi comentario anterior (pero con respeto a las personas y el respeto):
Respetar (según la RAE): Tener respeto, veneración, acatamiento.
Respeto (según la RAE): Veneración, acatamiento que se hace a alguien. 2. m. Miramiento, consideración, deferencia.
Espero no pasar por una nazi con mi opinión. Y, si lo hago, pues al menos quiero vuestro respeto, jajaja ;-)
Perdón: era "con respecto a las personas" (que me lie con tanto "respeto", jaja).
ResponderEliminarMaría Gaetana: Sinceramente... sí, ja, ja, pero yo no se lo voy a decir a nadie.
ResponderEliminarS. Cid: Respeto sí, que no hay que confundir con tolerancia.
Tolerancia cero con ciertas acciones y hechos que implicarán responsabilidades de las personas causantes.
Respeto siempre con las personas, su vida y su dignidad, que no son animales, aunque se comporten como tales.
¿Es eso buenismo zapateril? Puede ser que alguien lo confunda, yo no, ya he dicho que tolerancia cero.
Y si no hay tal respeto devolvemos la chapa de cristianos y nos apuntamos a otra cosa.
Esta tarde en Twitter han deseado un cáncer a Arturo Pérez Reverte por su opinión sobre Gibraltar y a Herman Tersch ya lo han fusilado varias veces.
Otra cosa, que también ocurre cada vez más y el anonimato parece que invita a ello, es la gente que se pierde el respeto a sí mismo.
Dicho lo cual, ¿de qué iba esto? Y tan importante como lo anterior ¿ qué piensas tú para llevarte yo la contraria?
Saludos. Qué serios os habéis puesto un domingo de agosto.
Pues yo sigo sin entenderte, o tú sigues sin entenderme -o, lo más probable, yo no me explico bien-, pero yo puedo respetar al que ha deseado un cáncer a Pérez Reverte ni al que ha mandado al paredón a Tersch. No les deseo a ninguno de esos mastuerzos lo que ellos han deseado para los demás, pero mi respeto (miramiento, consideración, deferencia) no la tienen.
ResponderEliminarSí, en esta anotación nos hemos puesto un poquitín serios, pero en otras ya nos resarcimos... ;-) jejeje
S. Cid: No le llamaremos respeto, que dices que es otra cosa según la RAE y si lo dice ella yo estaba equivocado con el "palabro", pero creo que la tesis esta clara.
ResponderEliminarSigo a tu amigo Gaspar Llamazares en Twitter y nunca pierde las formas, y mira que le dan, como dan sus jaleadores, volvemos a estar en las trincheras como dibujó Goya a esos dos mientras se daban palos clavados en el suelo y yo me niego a eso. No porque no tenga claras mis ideas o no me importen las de los demás, "respeto" las respetables. Esta situación y el "Y tú más" les viene muy bien a los extremistas y a los vendedores de periódicos, que esto parece ya el Madrid-Barcelona.
Piensa otro "palabro" y dímelo que me voy que ha sonido el timbre y creo que es una vecina, je, je,
María Gaetana: Aún estás a tiempo de retractarte y decir que no estás de acuerdo conmigo, que no me conoces, porque hay un tal Chritopher noséqué que dice que soy un neocatólico. Su web no tiene desperdicio.
Saludos.
¿Otra vez el timbre? Voy a tenerte que atar a la pata de la mesa ;-)
ResponderEliminarNo se me ocurre una palabra. Es que no sé si he llegado a expresar lo que pienso. Lo que quiero decir es que hay gente que no se gana mi respeto y, como yo no les voy a mandar al paredón ni a liarme a palos goyescos con ellos, cuando veo que son unos majaderos que no dicen más que majaderías, pues los ignoro.
Uno puede decir una tontería porque está equivocado, pero cuando te lo hacen ven, si eres persona de bien dices: "Ah, pues es verdad. Estaba equivocado". Y ya está. Esa persona sí merece respeto, aunque haya dicho uuna majadería. Pero el que piensa: ojalá te salga un cáncer. Caray, es que es idiota hasta la raíz y con ése no hay nada que hacer, así que mejor me doy la vuelta y me dedico a menesteres más provechosos. Pero para mí no es una persona respetable.
Y ahora nos cuentas eso del Chritopher. ¿Que tú eres un qué? ¡Mira que muerdo, eh! Dame nombre y dirección del sujeto en cuestión, que se va a enterar.
S. Cid: Por supuesto que hay que evitar las majaderías, pero de vez en cuando pica la malsana curiosidad.
ResponderEliminarChristopher, que ayer se me escapó una "s" y parecía Christofer el de Raticulín, fiu, fiu.
No merece la pena, de verdad.
Un saludo.