Presentación de Circo Máximo, de Santiago Posteguillo en Bibliocafé

Presentación del libro Circo Máximo de Santiago Posteguillo en Bibliocafé. Valencia a diez de septiembre del año en curso.
Crónica de vinagre63.

La cita era a las siete y media de la tarde pero a mí me habían encargado ir antes a coger un buen sitio para asegurar que íbamos a poder verlo como hay que ver una presentación de Santiago, dada su amenidad para exponer de manera entretenida e interesante todas las circunstancias que le llevan a escribir la obra objeto de la charla. Por ello me planté en Bibliocafé a eso de las seis y cuarto dispuesta a esperar mientras merendaba y leía tranquilamente. Enseguida llega el autor. Son las seis y media y empieza a preparar los “atijares”, el ordenador, conexión por aquí, conexión por allá, cableados,.. y a las siete se acerca el primer osado a pedirle la firma de un ejemplar al que le siguen incontables lectores de su obra; son las siete y veinticinco y la cola es cada vez más larga. O alguien pone orden o empezaremos con retraso.

Son las ocho menos cuarto y parece que va a empezar; toma la palabra José Luis Rodríguez (Bibliocafé) y recuerda que hace tres años, tanto el autor, Santiago Posteguillo, como el presentador de la obra, Antonio Penadés, colaboraron en la inauguración de Bibliocafé y hablaron sobre el futuro del libro en España en aquella ocasión. Finaliza indicándonos que la relación “ cantidad-precio” es muy buena en el caso de la obra de S. Posteguillo y hoy en día es de agradecer, ante lo cual se oye una risa unánime del público.

Inicia la presentación Antonio Penadés, escritor, historiador y abogado, aludiendo al término “sea” como un recurso muy utilizado por el autor. Pues sea. Y comenta que lleva leídas ya 1.000 páginas de Circo Máximo, y 5.000 del mismo autor, ¿quién lo hubiera pensado?.

El libro es en definitiva el retrato y evolución de Trajano, un personaje poco conocido y estudiado, pero con tantos elementos a su alrededor que lo convierten en un libro muy muy denso. Sólo la construcción del puente sobre el Danubio daría para el hilo argumental de un libro; si a ello añadimos las guerras de los Dacios, las carreras de cuádrigas, el personaje del gladiador, el juicio a una vestal en el que la capacidad oratoria alcanza el máximo esplendor …, el resultado es un libro como el que se presenta, un gran libro, y no sólo por el tamaño.

Termina dándole la enhorabuena y deseándole que su éxito vaya acompañado a los valores de humildad y generosidad de los que siempre ha hecho gala.

Toma la palabra Santiago Posteguillo que reconoce estar nervioso por el sitio en el que está y da las gracias a Bibliocafé por existir y por el ambiente que se respira en el local. Da las gracias igualmente a la editorial porque “le ha dejado poner todas las páginas que ha querido y todas las imágenes que le ha dado la gana”. Comenta la anécdota de que algunas personas le han comentado ¿cómo pueden suceder tantas cosas durante una carrera de cuádrigas? (dado que duran como media hora a lo sumo); lo explica relacionándolo con la escena del tiroteo de la película El acorazado Potemkin, en definitiva es un recurso cinematográfico.

Ahora le paso los trastos de matar a caraguevo que acaba de llegar.

Después de la crónica de vinagre63 poco debo añadir yo, la foto de la portada del libro y poco más

¿Por que escribo Circo Máximo? Para contar el gobierno de Trajano, que se basó en dos puntos: tolerancia e infraestructuras, y para contar la conquista de la Dacia.
La documentación manejada han sido la cartas de Plinio el joven y el diario del propio Trajano. Ah, no, que se perdió.

Detalles curiosos no voy a contar ninguno, y haberlos haylos, que para eso está el libro.

Si en Los asesinos del Emperador teníamos el punto de vista de un perro aquí tenemos el de un caballo de carreras.

Después de esta presentación en Bibliocafé ha habido otra en el Museo de los soldaditos de plomo a cargo de Josep Asensi y Alejandro Noguera y queda una, el próximo 21 de octubre, en el Corte Inglés, a la que espero ir desde el principio porque siempre es una gozada asistir a una clase, así se les puede llamar, de Santiago Posteguillo.
Y además ya me he leído el libro.