sábado, 14 de diciembre de 2013

¡Qué miedito!


Ayer, viernes 13, bajé al sótano.
Estaba mas iluminado que en las películas de sótanos, es decir, las de terror, sin ninguna bombilla encendiendo y apagándose, lo cual daba cierta tranquilidad.

Tranquilidad eliminada por el hecho de que todavía no me he cruzado con ninguna rubia traviesa o ningún negro graciosillo, que son las primeras víctimas en caer.
Aquí sólo hay chinos, chinos y chinos.


El caso es que ni el del cuchillo ni ninguno de sus amigos: el de la máscara, el de las uñas, etc. aparecieron y yo pude volver sano y salvo.

NOTA: Lo de la rubia traviesa tengo que seguir mirándolo, seguro que hay alguna.

2 comentarios:

  1. Ja, ja, ja... Cierto, demasiado luminoso para el rodaje que apuntas. ;-)
    En cuanto a guionista, te veo muy puesto en estos temas...

    Un saludo.

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  2. María Gaetana: Habrá que hace una versión en la que eliminan a unos cientos de los chinos que pululan por aquí sin decir ni Ahí te pudras al entrar en el ascensor.

    Un saludo.

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