Ayer, viernes 13, bajé al sótano.
Estaba mas iluminado que en las películas de sótanos, es decir, las de terror, sin ninguna bombilla encendiendo y apagándose, lo cual daba cierta tranquilidad.
Tranquilidad eliminada por el hecho de que todavía no me he cruzado con ninguna rubia traviesa o ningún negro graciosillo, que son las primeras víctimas en caer.
Aquí sólo hay chinos, chinos y chinos.
El caso es que ni el del cuchillo ni ninguno de sus amigos: el de la máscara, el de las uñas, etc. aparecieron y yo pude volver sano y salvo.
NOTA: Lo de la rubia traviesa tengo que seguir mirándolo, seguro que hay alguna.
Ja, ja, ja... Cierto, demasiado luminoso para el rodaje que apuntas. ;-)
ResponderEliminarEn cuanto a guionista, te veo muy puesto en estos temas...
Un saludo.
María Gaetana: Habrá que hace una versión en la que eliminan a unos cientos de los chinos que pululan por aquí sin decir ni Ahí te pudras al entrar en el ascensor.
ResponderEliminarUn saludo.