Hay personas que intentan endosar a otras la vergüenza de tener libros de personajillos infames e inmundos.
Hay otras, o no otras, que pregonan por aquí y por allá su presunto republicanismo, pero los hechos son tozudos y les desdicen.
Traigo sólo tres ejemplos, como tantas otras veces se desdijo San Pedro, pero podrían ser muuuuuchas más.
Pobrica, la tal Marina del Rey, sea quien sea la jovenzuela.
ResponderEliminar¿Por qué le haces pagar a ella un encargo que me hiciste a mí y que yo cumplí como mejor pude, en prueba de nuestra amistad?
Y, sobre todo, qué manía tienes, oye, de rechazar en público tu filiación, honda amistad y admiración por Almudena Grandes.
Ay..., maricomplejines...
:D :D :D
;-p
S. Cid: ¿Hacerle pagar a ella? Ja, ja, que cada uno cargue con sus penas.
ResponderEliminarLa tal Marina del Rey seguro que ya está sentada delante de la tele esperando el discurso del Bo(u)rbon.
Bastante tiene con lo suyo.
Honda amistad y admiración, ja, ja, ja, sí, hondas de lo bajas que son, sin embargo tu amistad y admiración son Grandes, como el apellido de la elementa.
¿Cumpliste? no veo la crónica por ninguna parte. Y eso que debía ser un planazo para ti: domingo, EL PAÍS bajo el brazo y boina color burdeos ladeada en la cabeza, que a progre no te gana ni el Gran Wyoming, y caminito a la librería a escuchar a la tipeta.
Y no, no es que tenga imaginación, es que así te he visto en youtube, en el vídeo del evento. Ja, ja, ja.
Un saludo.
Jajajaja, ¿tu hermana te alimenta con leche de almendras o qué?
ResponderEliminarDeliras, Caraguevo. Ni te imaginas cómo pasé el día ayer. Ni-te-lo-i-ma-gi-nas...
S. Cid: De liras saben muchos los italianos y Nerón, yo no, je, je.
ResponderEliminarNo me lo digas, no me lo digas.
¿También está en youtube? ¿no? ¡cachiss!
Un saludo.