Culebrón envuelto en mucho glamour que engancha.
Llevamos seis capítulos y siguen surgiendo más subtramas sin haber resuelto las anteriores.
Tiene una muy buena producción, que no debe haber sido ni fácil ni barata.
Pero lo mejor, aunque he leído comentarios en sentido contrario, es la aparición de José Sacristán y Aitana Sánchez-Gijón, en unos papeles muy serios, incluso antipáticos, y una Natalia Millán mala malísima.
La pareja de jovencitos, uf, demasiado melosos, sus escenitas se podrían recortar sin que la trama se vea afectada.
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