Métodos de embalsamamiento por tiempo definido e indefinido mutilando lo menos posible los órganos de un cadáver
Ignacio Miguel Lusalgas y Guerris
Imprenta de José Tauló
16 páginas
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Este facsímil editado por Librerías París Valencia de un original de 1861 no está especialmente recomendado para niños como otros libros anteriores.
El título, largo, explica claramente el libro, corto, del que extraigo unos fragmentos:
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"Si el cadáver debe permanecer á la vista del público por algunos días, se rocía con la esencia de clavel, de rosa, de lavándula, de espliego, etc.; pero si se ha de transportar á ultr-mar, se le dá con una brocha y por sobre los vendajes, una mano de barniz compuesto (según arte), de la esencia de trementina, de almáciga en polvo, del bálsamo del Canadá y de la cera, añadiéndole despues, como á secante, la sal saturno, molida en el aceite de trementina."
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"Debemos aqui notar, que si el camino que se ha de transcurrir para llegar el cadáver a su destino, es largo, no se le debe vestir con prendas de lana, sea cual fuere la estación del año que se encuentre, para evitar que le apodere la polilla."
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Resumiendo, un libro que entretiene el rato que se tarda en leerlo pero con poca utilidad en casa.
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1 comentario:
Utilidad sí que alguien le encuentra: si no, ¿cómo explicar que se mantengan tantas ideas trasnochadas, perfumadas de "esencia de rosa", en especial en los partidos de la ídem y el puño, por no hablar de los de la hoz y el martillo (quienes precisamente, tienen embalsamado a un asesino como Vladimiro)?
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