Un país enfermo

Belén Esteban gana 1,2 millones de euros al año
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La semana pasada en una comida de trabajo debíamos haber solucionado todos los problemas, nuestros y del mundo mundial porque alguien sacó el tema de la corrupción de los políticos, de lo poco que, según ellos, cobran comparando con otros países, y que la muestra de que cobran poco es que Belén Esteban cobra más que el presidente del gobierno.

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Como decía Jack el Destripador, vayamos por partes, sin orden.

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Para lo que hace Zapatero en el gobierno cobra no mucho, muchísimo. De hecho en vez de cobrar debería pagar y espero que algún día lo pague.

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En la comida se dijo que la madre de Andreíta cobraba 10.000 euros al mes y nos pareció a todos una barbaridad. este sábado me entero por el periódico que le quitamos un cero, son 100.000 euros los que se lleva la Princesa de Carabanchel. O Vallecas, no sé dónde principea.

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Princesa del pueblo para unos, petarda o pedorra para otros, esta tipeta a cuyo alrededor gira la programación de una televisión, Telecirco, sí la de 12 meses 12 causas, es la prueba del 9 de que este país está enfermo.

Resulta que los de la cadena, ¿televisiva o la del inodoro? la enviaron de vacaciones para no quemarla, y parece ser que ha sido un sin vivir para las marujas y no marujas, que la siguen y... luego votan.

Todas las revistas del marujeo llevan en sus portadas las vacaciones de la interfecta y de ese modo siguen alimentando al monstruo.

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Se siguen buscando méritos que avalen la presencia de este monstruo televisivo en los medios de comunicación pero no los encuentran.

Lo único que hizo per se fue posar para interviu, de donde proceden las imágenes. Para una cosa que hizo.

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Es un personaje que me produce repulsión, no por ella que no hace nada (y esto es literal) sino por lo que significa.

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Con ella, y toda la basura que le rodea, y con el fútbol del Mundial, por cierto, vaya estupidez eso de llamar La Roja a la selección nacional de fútbol, ya tenemos entretenimiento hasta las vacaciones del verano, y a la vuelta de vacaciones ya veremos.

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Lo más triste es que seguiremos hablando de ella.

¡Qué país!

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