El verano se acaba o se acabó

Sin ánimo de ser exhaustivo los hechos son los siguientes:

- 1 - el domingo 22 el periódico llevaba un encarte con el album PANINI de los cromos de fútbol, los tradiconales cromos de fútbol.

- 2 - en el kiosco empezamos a tener las cienes y cienes de colecciones y fascículos de la más variopinta diversidad.

Lo más sorprendente, por ahora es un curso para aprender catalán-charnego-español, con vídeos de José Montilla. Combina el aprendizaje, poco, con el humor, mucho.

- 3 - anuncios y más anuncios, básicamente de El Corte Inglés, anunciando La Vuelta al Cole, con sus famosos corticoles o cortycoles, ahora me entra la duda de su escritura.

- 4 - este fin de semana ha empezado la Liga más mejor del mundo mundial. Se acabaron las penas. Los lunes ya vuelven a tener su razón de ser.

- 5 - el tráfico en la ciudad va volviendo poco a poco a la normalidad, muy lentamente, aún le falta un mes.

- 6 - Si en la anotación anterior decía que no ha hecho calor este verano y no ha habido desvelos, esto último no ha sido totalmente cierto.

Esta última semana no he podido dormir tan bien como el resto del verano y no ha sido por el calor, ha sido por un ruido monótano, contínuo y quejoso que acompañaba el supuesto descanso nocturno de los pocos vecinos que hemos permanecido al pie del cañón.

Mi habitación da a un patio de manzana, en un barrio de clase media, media, con mucho funcionario y estudiante.

Al principio, las primeras noches, creía que los "quejíos" lastimeros eran de estudiantes que quemaban sus últimos cartuchos después de un verano excesivamente bueno, para ellos, no para sus estudios.

También lo achaqué a un coro de niños recién nacidos que se ponían de acuerdo para dar el oportuno concierto pero el tono de las voces no concordaban.

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Y por fin encontré la clave de este misterio. Los quejidos profundos, que salen de los más hondo del corazón eran de... LOS MAESTROS.

Maestros que se han olvidado durante este verano de los monstruos cuellicortos a quienes deben pastorear durante horas, de los padres que con el dedo levantado, cuando no el puño, piden explicaciones de por qué han expulsado otra vez al Johnatan (ElJohnatan) o a LaJenny.

Maestros, que estos días tienen que programar sus GPS porque se han olvidado de hasta dónde está el colegio o el instituto.

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Estos, estos quejidos son la prueba, la "refinitiva" de que el verano se acaba. O se acabó.

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Y como no podía dormir en casa me fui al casoplón de unos amigos a vaguear toooodo el fin de semana. Y puedo decir que aprobé con nota, promocioné que se dice ahora.

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Y como no se trataba de un retiro espiritual ni nada parecido comimos bien y nos lo bebimos todo.

Y como muestra, la paella de la foto.

Con su pollo, su conejo, su bachoqueta y su garrofó.

Nada de guisantes ni tomate.

Excelente les salió la paella a Javi y Marisa. Yo ayudé dando conversación.

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Y para acompañar el arroz unas botellas de Peñas negras, de Emilio Clemente.

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Fue un más que digno "final" de verano.

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