miércoles, 5 de enero de 2011

Por fin, por fin, la bicicleta

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¡Por fin, por fin!
Podemos ver la bicicleta de S. Cid, la verdadera, no la que pone en su blog pecando de humildad.
Pero no he encontrado las fotografías gracias a google, esta vez me ha fallado.
Ni aparece en los papeles de wikileaks.
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Misteriosamente las he recibido por correo electrónico.
Desde una dirección desconocida: alfredo.losetododetodos@moncloa.es que cuanto más la miro más miedo me entra en el cuerpo.
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La bicicleta es eso, una bicicleta, dos ruedas, un bastidor, un sillín y un manillar. Y ahí se acaban las semejanzas con cualquier otra bicicleta.
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Este modelo, de la firma Aurumania, está realizada a mano y tiene una estructura de oro adornada con 600 incrustaciones de cristal Swaroski. El manillar y el sillín están forrados de piel marrón chocolate.
Es una edición limitada a 10 unidades, como se ve en la fotografía, y cuesta sólo 80.000 euros de na.
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Un misterio resuelto, el caso de la bicicleta despistada
y uno nuevo por resolver:
- ¿Este alfredo del correo es Alfredo?
- ¿no tiene otra gran preocupación que espiar a una, ejem, ejem, lectora-majísima-humilde-y-deportista-campestre?.
- ¿Va Alfredo detrás del libro de Sir Tim O'Theo de S. Cid? ¡Uy!, perdón, que todavía, todavíííííía no lo tiene.
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Empezamos el año con un misterio.
Aquí lo dejo para que todos aporten teorías.
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3 comentarios:

S. Cid dijo...

Y aquí estoy yo de inmediato para darte respuesta. Que vivo en tu blog sin vivir en mí desde que supe la bicicleta desaparecida.

¿O sea que fue Alfred quien se la llevó? Alfred es mi mayordomo, por supuesto. No vaya a creer Rubal que hablo de él.

Ay, ya estoy contentita. ¡Qué mal año llevaba pensando en su pérdida!

Bueno, pero al fin, con tanto investigar, has hecho de mí una famosa más de las de tu blog. Ahora ya también yo soy nena. Con lo bien que se vivía en el anonimato...

De Sir Tim no hablo, que me hizo un feo muy grande el otro día y nos hemos distanciado.

¿O sí? Sí, sí hablaré..., pero lo haré en mi blog...

Tiembla, Caraguevo...

S. Cid dijo...

Por cierto..., no es por enmendarte, pero se te cayó un cero del precio. En realidad, la mía cuesta 800.000 euritos porque los cristales Swaroski los cambié por diamantes.

¿Cómo puede alguien viajar sin ellos?

caraguevo dijo...

Además, un diamante es para siempre y puedes desayunar con ellos, aunque no sea en la Quinta Avenida.
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Como te habrás dado cuenta ya este blog no es nada serio. Ni lo pretende, faltaría más.