Abby Russell es una enfermera que castiga a hombres deshonestos y que, para llegar a ellos, utiliza su indiscutible sensualidad.
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Buscando buscando he encontrado una cosa buena en esta película: su duración, sólo son 83 minutos.
Y claro, los cuerpos de las protagonistas, que en el caso de Paz de la Huerta se malogra con las miradas de lado que lanza a sus presas.
Su aversión a la ropa, no tengo nada en contra, es más honesta que los modelitos que lleva cuando "va" vestida, sobre todo el uniforme de enfermera, que ya de por sí es ridículo pero resulta más cuando está con otras compañeras de hospital.
Lo de las miradas es para nota.
Infumable.
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