Desde la hoguera, en torno a la que se reunía la familia de humanoides en el claro del bosque prehistórico, hasta el espacio que el hombre de hoy dedica en su vivienda a la elaboración y al consumo de su alimento, media la historia entera de la evolución de la Humanidad. Y lo maravilloso es que, a través de los tiempos, algo ha permanecido inmutable: la necesidad imperativa que siente el hombre de reunirse con otros de su misma especie para comer, ya sea en el mismo lugar donde él mismo cocina, o en otro, donde otros cocina para él.
.Este texto aparece en la solapa de El espacio culinario, libro de Miguel Espinet, en el que el autor, arquitecto, repasa la historia de la taberna romana a la cocina profesional y doméstica del siglo XX.
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Hace unas semanas acabaron las obras del cambio de mobiliario de la cocina de mi casa.Los anteriores muebles tenían tanto tiempo como las casa, poco más de veinte años, pero ya habían dado de sí todo lo que eran capaces y ya tocaba cambiarlos.
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Para completar la estampa sólo falta cambiar la iluminación y colocar el pertinente jamón en el banco, que ya me encargaré yo de hacer que vaya menguando en nuestro beneficio.
Como la estampa, digo, no está completa he elegido para ilustrar esta anotación fotografías de otras cocinas, bellamente "amuebladas", y como he conseguido unas cuantas fotografías en nuestra ya conocida página listal, haré diversas entregas con las mismas..
De este modo me adelanto, creo, a C. Parker que en su blog Starlet Showcase ya me ha chafado algún que otro tema.
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