
Y le saqué partido.
Uno de los locales que visitamos fue la Bodega de la Ardosa, que abrió sus puertas en 1892.
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Está situado en la calle Colón 13, una calle que cruza Fuencarral, muy cerca de la plaza Chueca y de la Gran Vía, siendo uno de los pocos locales centenarios al norte de esta avenida.
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El local no es muy amplio y tiene un espacio para tres mesas más, en realidad son toneles, en el pasillo que va a la cocina, para llegar allí hay que pasar bajo la barra como aquí en Casa Montaña por ejemplo.
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Por decir sólo una de sus tapas, diré las croquetas, de jamón, bacalao, carabinero. No hay que irse de allí sin probarlas.
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