Libro: Historias de Nueva York

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Historias de Nueva York
Tales of New York
Stephen Crane
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Traducción de David Cruz
Prólogo de Juan Bonilla
Edita el olivo azul
100 páginas
1º edición, abril de 2010
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Once historias sobre el Nueva York que despide el XIX y recibe el XX: un retrato de las personas que levantaron desde sus cimientos la que, según afirma Juan Bonilla en su prólogo, es «la capital del mundo». Asistimos a un Nueva York de carruajes que colapsan el tráfico, niños rotos a la búsqueda de un juguete, pensiones de mala muerte donde refugiarse apenas del frío y algo de la soledad, lujosos salones cuyo brillo impide ver a sus moradores cómo vive la otra mitad, prostitutas y policías en una relación tan vieja como la más antigua de las ciudades, tenderos italianos y hambrientos ladronzuelos y también un Nueva York de abogados, jueces, guardias y mujeres, la legalidad y la sociedad, en femenino, enfrentados.
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Historias de Nueva York es una colección de estampas en la que la ciudad emerge protagonista del rumbo de sus habitantes. Las facetas de periodista y narrador de Stephen Crane se funden para aproximarnos a medio metro de distancia de sus personajes y asistir así, en primera fila y de primera mano, a un espectáculo que vivimos como si ocurriera hoy, pero que tuvo lugar hace más de cien años.
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Este fue el primer libro de Crane. Cuando no pudo conseguir su publicación, pagó de su propio bolsillo la misma para tener un pequeño número de copias impresas para su uso personal, bajo el nombre de Johnston Smith, en 1893. Su descripción sombría de la vida "en las calles" de Nueva York era excesivamente realista y unos temas demasiado escabrosos para los editores de los periódicos y revistas en los que intentó colocar algunos de los relatos.

Había nacido un nuevo estilo, una manera de enfocar la realidad que iba a convertirse en magisterio para generaciones de narradores norteamericanos, dice Juan Bonilla en el prólogo.

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Son relatos cortos, la mayoría de menos de 10 páginas, en algunos se traza la pincelada de una escena, sin más, pero con una descripción realista, sin florituras, y siempre escenas donde la miseria, el dolor, la calle son tan protagonistas o más que los personajes.

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2 años después, en 1895, escribió "La roja insignia del valor", que me lo apunto porque este librito me ha gustado bastante.

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