Una de churritones

Se decía de los Borbones, y ahora hay que poner la coletilla "de antaño" para que el suegro de la petarda de los letizios no se enfade, que ni aprenden ni olvidan.

Pues eso le pasa a muchos arquitectos.

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Iba el otro día andando a una obra cuando vi que ya habían acabado la reforma de la fachada de FEMEVAL, que es la Federación de empresas metalúrgicas de Valencia.

Antes la fachada era de mortero monocapa color albero y ahora, supongo que atendiendo a la entidad que ocupa el edificio, han decidido revestirla de paneles de aluminio. De la marca LARSON, ya que estamos vamos a hacer un poco de publicidad. Son en color blanco excepto una franja vertical en que el acabado es acero corten.

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Con la mala pata de que la fachada estaba acabada el fin de semana pasado, que llovió.

Y éste, el de la fotografía, es el aspecto que presentaba la fachada y sobre todo la acera.

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Estas cosas son las que no se tienen en cuenta a la hora de elegir materiales, el paso de tiempo y su mantenimiento.

Y no será porque ejemplos de una mala elección de este material no tenemos en esta ciudad.

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Hay un ejemplo que clama al cielo, el edificio de viviendas que hay en la esquina de la calle Hospital y la calle Recaredo.

Los churritones de óxido manchando las piedras de la fachada están ahí desde la primera lluvia hace ya muchos años, y por supuesto no se ha limpiado. No se puede. Así que tendremos esta fachada así y empeorando con el paso del tiempo, y de las lluvias, como recordatorio de lo que no hay que hacer.

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Otro ejemplo, y más que de mala elección de materiales es de un mal diseño, es la escultura que regaló el Rotary Club de Valencia a la ciudad y que está enclavada en la rotonda de la Plaza de Zaragoza, junto a Fort Apache.

El cuerpo de la escultura es de acero corten también, no así la base. Los churritones de óxido caen por la base y han manchado hasta la placa conmemorativa.

Un buen diseño de la base, con pendiente hacia atrás y un canal oculto de recogida quizá hubiese bastado para evitar este problema, teniendo siempre en cuenta la acción del viento con la lluvia.

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Un buen ejemplo, por ahora, es la fachada del MUVIM, de Guillermo Vázquez Consuegra, en el que el panel que da al jardín es de acero corten pero no ha transmitido los churritones de oxido a la fachada de hormigón, y eso que ya ha llovido bastante sobre el edificio.

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Y otro buen ejemplo son los lucernarios de la estación del metro de L'Amistat, más conocida por La Salud, en la Calle Santos Justo y Pastor. Aquí sólo se mancha el terreno de grava -o debería ser de dicho material- que rodea dichos lucernarios.
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Lo dicho, no sé por dónde pasea la persona que ha elegido el nuevo material de la fachada pero por Valencia no es.

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Dos notas: primero, churritón es una palabra que no está en el diccionario pero que todos entendemos y me parece muy gráfica para lo que se quiere expresar y segundo, la fotografía de la escultura ha salido como ha salido porque está hecha desde el autobús. Hacía mucho calor para bajar, andar, hacer la foto y andar, después de haber estado cuatro horas andando por el centro.

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