Ya es hora de hacer las maletas

Estamos a finales, muy finales de agosto por lo que las maletas vuelven a cobrar protagonismo.

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Yo esta mañana he comprado una, roja como la que ya tengo pero más grande.

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Y este fin de semana en muchos hoteles, apartamentos, segundas residencias, casas del pueblo, etc. se harán muchas maletas.

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Maletas que han acompañado a sus dueños en viajes cortos, largos o muy largos, que han viajado en coche, en tren, autobús, barco o avión.

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Maletas a las que se han añadido pegatinas de los lugares visitados, que han sido escaneadas al ir y al volver, que han sido olidas por el simpático perrito antidroga -que no se pare, que no se pare, que no haga la gracieta el chucho- mientras mueve el rabo.

Maletas que ahora volverán al armario, debajo de la cama o al trastero.

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Maletas, algunas de las cuales costó abrir porque se había olvidado la contraseña del candado.

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Maletas que han vuelto cargadas de recuerdos, buenos y no tan buenos, de arena de la playa, de pinocha de la montaña, de mosquitos y de arañas, de poniente y bochorno, de chiringuitos y de terracitas, de una cervecita y de ... otra más.

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Y lo mejor, lo mejor de todo es que ahora me toca a mí hacer la maleta, el que se va de viaje soy yo.

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