Vamos a la peluquería

Sobre dos de mis sobrinos pende sobre sus respectivas cabezas el aviso de que próximamente deberán hacer una visita a la peluquería.

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Ésta es una batalla que tienen perdida pero siempre hay sus más y sus menos, negociaciones, acuerdos y trueques.

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Como ha llegado de improviso un frío siberiano, esta visita se va a retrasar, como pronto, hasta el final de las vacaciones escolares que están ahí, a la vuelta de la esquina.
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Hasta que llegue ese momento, nos vamos a la peluquería con la modelo Katrzyna Dolinska, que con tanto moverse desesperaría hasta al mismísimo Llongueras y su voz de pito.

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