domingo, 2 de enero de 2011

Libro: El hipnotista

.
El hipnotista
Lars Kepler
.
Edita Planeta
498 páginas
Edición electrónica
.
Estocolmo. Una familia es asesinada. El único superviviente de la masacre es Josef, el hijo de la familia que tiene sólo 15 años. También sobrevive Evelyn, su hermana mayor, que se ha salvado porque vive en una casa en el campo. Erik Maria Bark es médico e hipnotizador. La noche del asesinato el comisario Joona Linna, encargado de la investigación, le llama para que someta a Josef a una sesión de hipnotismo en el hospital de Estocolmo, donde está ingresado. Unos días más tarde el hijo de Erik Maria Bark, Benjamin, es secuestrado de su propia cama. Erik emprenderá la búsqueda de su hijo junto a Linna, Simone, su mujer y su suegro Kennet Sträng... Juntos intentarán resolver estos dos misterios...
.
Otra novela de intriga que nos viene del frío norte de Europa siguiendo la estela del malogrado Stieg Larsson.
Y ¿Quién es Lars Kepler? Pues el matrimonio formado por Alexandra Coelho y Alexander Ahndoril, ambos, escritores bastante reconocidos en su país, ella de novela histórica y él de contemporánea que haciendo un homenaje a Stieg Larsson por hacer que los lectores nos fijáramos en los escritores nórdicos y al filósofo Kepler, crearon este nombre que dará vida a una serie, en principio, de ocho novelas protagonizadas por el inspector Joona Linna, un interesante personaje, cabezota y que “nunca” se equivoca y cuyo primer libro es “El hipnotista”.
.
Entretiene, sí, y poco más. Hay un bajón cuando el médico relata las sesiones de hipnotismo porque no se ve bien adónde conduce eso pero pronto recupera el ritmo inicial.
En las siguientes entregas deberán pulir el personaje del inspector Joona Linna.
Para pasar el rato.
.

2 comentarios:

posodo dijo...

Esperemos que pulan el personaje, incluyendo al traductor o a quien se la haya ocurrido el título en español: hipnotista.
Pero por cómo acabas la reseña, me parece que como no sea libuqueando, no lo leerás, ¿no?

caraguevo dijo...

El caso es que sabía que chirriaba pero no me preocupé de comprobarlo.
No, ni eso ni nada, ahora estoy haciendo tiempo a que salgan las memorias de Pejjpe Bono, ese gran millonario-socialisto y católico-aborlisto, siempre listo.