martes, 3 de noviembre de 2009

La poesía que llega: el haiku

El haiku es una de las más importantes formas de poesía japonesa. Consiste en un poema breve de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con ésta la eternidad. No admite la metáfora, la subjetividad ni la personificación. La temática es estacional y cada haiku debe contener un kigo, una palabra de estación de manera que indique en qué estación se sitúa el haiku.
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Me enteré de que existía la palabra y el concepto a raiz de que el denostado por la cultuZeJa e imprescindible para la salud de nuestra ¿democracia? Federico Jiménez Losantos presentara su libro de haikus.
Todavía no he podido leer nada del libro, de hecho no lo tengo, pero por la definición con la que comienza esta anotación no debe ser muy sencillo si se quieren cumplir todas las reglas del mismo.
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El pasado 2 de octubre Juan Bonilla escribía en EL CULTURAL el siguiente artículo que reproduzco para aquellos a quienes les pique la curiosidad, aunque también puede ser que lo que les pique sea un mosquito porque con este veranillo, en más que tiempo de descuento, haberlos haylos.
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Un fantasma recorre la poesía española: el del haiku. Hay una epidemia gozosa, están por todas partes. El haiku es a la poesía lo que la fotografía a la plástica: al alcance de cualquiera. Un paseante puede ser autor de una obra maestra de la fotografía que guardará en su álbum: con el haiku pasa igual. Basta quizá un poco de suerte y estar atentos. Son géneros donde el nombre propio es lo de menos: están ahí, las imágenes, las diecisiete sílabas, esperando la red que los cace. Por eso, una antología de haikus escritos por poetas poco conocidos, figuraría entre los grandes libros de nuestra poesía como figura entre los grandes de fotos antologías de imágenes de fotógrafos ignotos. Y caben en un sms. Pongo ejemplos para demostrarlo:
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- uno de Miguel Agudo:
"El camión de la basura
va recogiendo
la madrugada"
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- otro de José Cereijo:
"Pequeña flor
¿cómo cabe en tu aroma
tanto pasado?
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- Esta maravilla de Jesús Aguado:
"Impermanencia.
Cada día te olvido
de una manera"
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- Uno impresionante de Susana Bennet:
"Un niño juega
a enterrar a su padre.
Día de playa"
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- Y mi favorito. Es de Los Chichos:
"Dame veneno
que me quiero morir
Dame veneno"
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No cumplen las reglas pero es lo que hay.
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3 comentarios:

posodo dijo...

Yo hace dos años casi justos asistí en El Corte Inglés dentro de un curso literario cuyo nombre no recuerdo ahora, a una jornada en la que precisamente se hablaba del haiku, con la presencia de Antonio Cabrera, autor de un libro de ellos, "Tierra en el cielo", que, además de cumplir las reglas, tenía un tema único, los pájaros. Los hay muy conseguidos en mi opinión.

Sí parece que estén de moda, por ser estructura extranjera (japonesa) y engañosamente sencilla de hacer.

Pero lo que dices, es lo que hay.

Bishop2 dijo...

Dos observaciones (independientes): Primera, lo de considerar la letra de Los Chichos un haiku... bueno, viene algo cogido por los pelos, no sé si se tratará de una ironía de usted. Y no lo digo por señoritismo cultural, no vaya a pensar mal. Segunda: Termina usted su entrada sobre poesía diciendo "No cumplen las reglas pero es lo que hay". Qué lástima, una entrada sobre el mínimo y hermoso haiku echada a perder por una cuña publicitaria. Haya paz.

caraguevo dijo...

Bishop2: Ja, ja, ja, considerar la letra de Los Chichos un haiku no fue cosecha mía sino de Juan Bonilla en su artículo, que no enlacé porque entonces no sabía hacerlo y tuve que copiarlo.

Lo de la cuña publicitaria no lo pillo, estoy bastante oxidado últimamente en cuanto a anuncios.

Paz siempre, por supuesto.

Un saludo, gracias por el comentario y bienvenido.