Tiempo de valientes
Basilio Trilles
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Fotografia de la cubierta: English Heritage/ Age Fotostock
Edita Planeta
1ª edición: febrero de 2012
335 páginas
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Hubo un tiempo en que Vicente Blasco Ibáñez fue la voz del pueblo.
Durante la primera guerra mundial se puso al servicio de Francia y sus crónicas fueron auténticos alegatos contra el ejército del káiser Guillermo II. En París escribió para periódicos, elaboró una serie sobre el conflicto en fascículos y publicó el bestseller Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Mientras, vivía una intensa historia con su amante, Elena Ortúzar.
Blasco Ibáñez adquirió un decisivo protagonismo en la defensa de la democracia frente al belicismo expansionista del Imperio alemán. Por todo ello, alguien quiere silenciarle. El gran genio valenciano se convertirá así en el objetivo de un complejo entramado de espías que intentará acabar con su vida por todos los medios.
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Se me había olvidado hablar de este libro a pesar de haberlo leído hace semanas. El otro día emitieron Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962) y me di cuenta del olvido.
Es un buen libro, muy interesante la historia que cuenta sobre cómo Vicente Blasco Ibáñez, el de mi calle, puso su pluma -mal, los que quieran ver el otro sentido a la expresión- al servicio de Francia para narrar al mundo las miserias de la guerra. Su resultado fue Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Basilio Trilles ha utilizado para narrarnos la estancia del escritor en París los diferentes escritos: diarios, artículos periodísticos, cartas, etc. con lo que podemos confiar en lo que leemos.
La publicación de Los cuatro jinetes del Apocalipsis por entregas, como se hacía antaño, fue un golpe al prestigio de Alemania que intentó por todos los medios cortar su publicación, de hecho Blasco Ibáñez sufrió diferentes atentados contra su persona por parte del Servicio Secreto alemán, tanto en París como en Suiza e Italia.
Hay estudiosos que indican que la novela tuvo enorme importancia en que Estados Unidos entraran en guerra, pues influyó tanto en el presidente norteamericano como en las élites de Washington.
En la Feria del Libro tuve la ocasión de felicitar al autor y sólo me resta recomendar, recomendar y recomendar este libro.
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