Ayer me tocó ir a que me dedicaran el libro de @MasterChef. Corrijo, que me dedicaran no, que se lo dedicaran a mi sobrino pequeño porque él no podría ir, a esas horas estaría entre Atocha y Barajas.
Mientras hay personas que hacen cola, y pasa lo que pasa, otras estamos en la fila, en la que, por definir lo que hacían sólo las personas más cercanas a mí, los dos chicos de delante juegan al Apalabrados (ahora Atríviate) con sus móviles, el de delante escucha música de George Brassens, dos chicas de detrás juegan a recitar las declinaciones del latín y otra más marca pasos y posturas de ballet.
¿Jorge Javier? Ni está ni se le espera.
Y después de este recadito, vamos a lo importante, la dedicatoria de dos de las aspirantes de @MasterChef, María y Clara.
Poco a poco, él lo tiene más difícil, mi sobrino va consiguiendo libros dedicados.
Clara tuvo el detalle de incluirme en la dedicatoria callando alguna boca que otra, ja, ja, ja.
NOTA: Cuando María y Clara acabaron de dedicar los libros no levantaron las manos.
4 comentarios:
Dos enlaces a mi blog y ninguno de ellos conduce a autoras progres ni cine español. Eso da que pensar...
S. Cid: La verdad es que sí, da que pensar pero no será hoy, un domingo de julio.
Un saludo.
Fila, fila... Lo que se dice fila... Por la foto yo diría con más propiedad "barullo", "conjunto" o "agrupación" (en este caso, ni folclórica ni deportiva.., je, je...) porque el orden brillaba por su ausencia... ;-)
Pero qué tiazo estás hecho...
Abrazos
María Gaetana: No, no, estábamos en fila recta, como si la hubiesen trazado con un tiralíneas. Lo que pasa es que la foto la hice en el momento en que el vigilante, se ve al fondo de la foto, empezó a cantar un tema de Michael Bublé.
Si ya digo que allí había un nivelazo que "pa qué".
Tienes muuuuucha razón en lo de tiazo, Clara se dio cuenta en dos minutos que hablé con ella.
Un saludo.
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