¿Novela negra en Valencia?

Este viernes pasado tuvimos en Bibliocafé una mesa redonda en torno a la novela negra.

Presentó y moderó esta charla Marina López, miembra de El Cuaderno Rojo, cuya tesis doctoral versa sobre la novela negra escrita por mujeres, así que era, y resultó, una excelente moderadora para esta ocasión.

Presentó a los tertulianos, de Ramón Palomar, al que se le escapó su edad, tuvo que matizar, para que no hubiera malos entendidos, que si bien coincidió  con él en la universidad, todo se debió a un error administrativo pues la matricularon con 10 años y luego, debido a la masificación de las aulas, nadie se percató del error.

Bien, empezábamos con humor.

De Luis Varela comentó que es catedrático de Historia en un instituto y que lleva varios libros a cuestas. A este autor ya lo conocía de la presentación de Valencia criminal, un libro coral en el que participó.

De Jason Webster comentó que es un autor que escribe en Valencia, de Valencia, en inglés, no está traducido al español, y que ha recibido excelentes críticas en periódico ingleses como The Guardian o The Sunday Times.

La primera pregunta fue si les condicionaba situar sus novelas en Valencia.

Ramón Palomar dijo que en su nueva novela, Sesenta kilos -nos adelantó en primicia mundial (risas) que saldrá el 24 de enero de 2013- se autocensuró y describió bastante más Madrid, Tánger o Tarifa, otras ciudades que también aparecen en el libro.

Y eso que reconoció que Valencia tiene todos los ingredientes para localizar una novela negra, tiene puerto, cárcel, un centro histórico inmenso y el barrio de Nazaret. Ahí es nada.

Luis Varela contó que una novela corta suya, El asesino de la lluvia, se desarrolla en Valencia pero el asesinato se produce en Villarrobredo.

Hace años le costaba mucho ambientar en Valencia y lo hacía en Madrid o Barcelona después de leer a Vázquez Montalbán o Juan Madrid.

Ahora se siente muy cómodo asesinando o atracando por las calles de Valencia.

Jason Webster dijo que escribe para británicos y norteamericanos, y claro, Valencia no es muy conocida, sobre todo hace 12 años cuando llegó a la ciudad.

En sus libros introduce muchos datos sobre tradiciones y la distinta sensación de vivir que hay aquí para poder ambientar sus tramas.

Dices París, Londres o Nueva York y no hace falta que describas nada.

Nadie había escrito en inglés sobre Valencia.

La siguiente pregunta fue sobre los personajes.

Jason Webster comentó que personajes reales como Carlos Fabra son irreales, Emilia Delgado, su alcaldesa de ficción, es increible para quien no conozca a la verdadera.

Luis Varela añadió que resulta incómodo utilizar estos personajes

Y Ramón Palomar dijo que son demasiado casposos, son de sainete, de 13 rue del Percebe. Habría que maquillarlos -sentenció.

Considera que la ciudad no es esencial, lo importante son los personajes, los forajidos.

-Te vas al bar de un pueblo a 30 km de aquí y tienes raritos a punta pala.

Luis Varela contradijo en parte este punto de vista al comentar que hoy en día la novela negra funciona con la pareja policía-ciudad, hoy ya no funciona el detective privado, sólo en el caso de John Connolly.

Ramón Palomar contestó que en ese aspecto estamos anquilosados porque es lo mismo que hacían Chandler o Hammett.

Jason Webster citó a Ian Rankin: Lo primero que hago cuando voy a viajar a un sitio no es coger una guía sino una novela negra que se desarrolle en esa ciudad. De este modo la ciudad se convierte en un personaje más.

Ramón Palomar: -Comprar un libro está bien, pero para conocerla mejor basta con visitar tres o cuatro garitos, y te das cuenta que los arquetipos son siempre los mismos: silicona en la barra, el traficante en el pasillo a los aseos y alguno más.

¿Por qué escriben novela negra?

Jason Webster dijo que en una tertulia de historiadores hay mucha tensión (risas), en cambio los autores de novela negra es gente maja.

Luis Varela dijo que hay más rigor histórico en una novela negra que en un histórica (toses de Sebastián Roa), la novela negra hoy son las novelas de caballería de la modernidad.

Ramón Palomar comentó su experiencia personal: criado como un pequeño burgués, en su casa había periódico, libros y copa de vino en las comidas, para pasar a conocer gente como Juan Sin Dientes El Oso que dice que ya no sale porque ahora te encuentras una noche a cualquier niñato que te falta el respeto y tienes que pegarle un tiro.

Te cuentan historias extraordinarias que para ellos son normales.

O un traficante de drogas que lleva a su hija a ballet y a piano.

Todo esto quería contarlo en una historia, por eso son tan importantes los personajes.

Luis Varela apostilló que en cualquier caso no hay que hacer sociología, lo importante es la fuerza de la historia.

¿Por qué no hay escritoras valencianas de novela negra?

Luis Varela dijo que las mujeres son más sensatas.

A lo que Marina López, la moderadora, respondió que las mujeres son grades lectoras de novela negra, les interesa el "por qué", no el "cómo".

Jason Webster directamente dijo que no lo sabía.

Luis Varela comentó que en Valencia él conoce a tres o cuatro escritoras con relatos de novela negra que están muy** y citó el libro Valencia criminal.

Dijo que la novela negra murió en los 70, Ellroy fue el último autor de ese género. Ahora debería llamarse novela criminal o policíaca.

Ramón Palomar comentó que la novela negra no es un género menor. Y en este punto se fue porque estaba bastante fastidiado con un ataque de ciática.

Hubo otra primicia mundial, que fue la lectura dramatizada de un fragmento de la obra de Santiago Álvarez protagonizada por el detective Mejías.

Hubo otras lecturas, no dramatizadas, a lo largo de la tertulia.

Y un anuncio final a cargo de Jordi Llobregat: la celebración de Valencia Negra, festival del género negro, del 23 al 26 de mayo de 2013.

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** Una fiel lectora me llama la atención porque faltaba terminar la frase y es verdad, nunca repaso lo escrito y pasa lo que pasa.

Pero, siempre hay un pero, en este caso es mejor/peor porque Luis Varela no dijo que los relatos de 3 ó 4 escritoras valencianas estuvieran muy, dijo que estaban bastante aseados por lo que recibió un codazo virtual de Marina López.

Sí, sí, virtual, pero dolió.